En conjunto con una gran cementera, ECOncrete producirá protecciones prefabricadas para fundaciones submarinas sostenibles con el ecosistema marino, las que se utilizarán en la instalación de turbinas eólicas colocadas mar adentro, estructuras vitales para la descarbonización energética.

Fuente: Hormigón al Día

El incremento en el uso de energías renovables, tales como la solar o la eólica, para reemplazar elementos que funcionan a carbón o con combustibles fósiles, va en línea con el actual contexto de Cambio Climático que vive el planeta.

Y es que, en los últimos años, este tipo de energías pasaron a tener un carácter estratégico. Tanto así, que en el caso de la energía eólica, su capacidad creció hasta generar más de 29 Gigawatts de energía alrededor del mundo, según un reporte del Global Wind Energy Council.

Anuncian colaboración para generar elementos prefabricados de hormigón submarino ecológico

Esa misma entidad publicó en marzo un reporte en el que, aseguran, el potencial de las turbinas eólicas colocadas mar adentro “es vital para la acción de descarbonizar al plantea”, comentó Ben Backwell, CEO del Global Wind Energy Coincil.

En esa misma línea, destacó que mientras en esta década se espera un crecimiento exponencial de turbinas eólicas apostadas mar adentro, se deben fijar políticas de acción para las denominadas “balsas eólicas”, otra tecnología que ya está en desarrollo.

Buscando soluciones

Si bien las turbinas eólicas brindan muchos beneficios al descarbonizar la matriz energética, tienen un problema: sus fundaciones, fabricadas con hormigón y metal, se ubican en el lecho marino a profundidades de hasta 60 metros y estas pueden provocar cambios sustanciales en el ecosistema colindante a las turbinas. Este hecho, dicen desde ECOncrete -start-up especializada en hormigones marinos- causa “la destrucción del ecosistema y la proliferación de especies nocivas para el sector”.

Además de las fundaciones, también se deben fabricar protecciones contra los socavones, las que también son de hormigón. Estas protecciones se diseñan para evitar que la corriente se lleve los sedimentos y “a menudo, se instalan sobre un montículo para proteger a las fundaciones de las turbinas. Este tipo de infraestructura de hormigón tiene un impacto prolongado sobre la parte más baja del lecho marino y sus ecosistemas”, explicaron desde LafargeHolcim.

Foto: La ilustración muestra el agujero que se genera en el lecho marino para proteger a la fundación de la turbina. El proyecto contempla la fabricación de prefabricados de hormigón con la tecnología de ECOncrete para evitar que la corriente arrastre sedimentos y propicie la formación de ecosistemas marinos en esta zona.

Para evitar ese impacto y hacer que la infraestructura submarina de hormigón de las turbinas eólicas sea más verde, es que ambas empresas firmaron un acuerdo de colaboración para generar un hormigón que brinde beneficios ecológicos y, al mismo tiempo, cumpla con los requerimientos de protección de las fundaciones de estos elementos.

Hormigones ecológicos para estructuras submarinas de hormigón

Según comunicó LafargeHolcim en su sitio web, la meta de esta colaboración es “diseñar y fabricar protecciones contra socavones que, además de ser totalmente funcionales en lo estructural y que cumplan con los estándares de estabilización del lecho marino, permitan el crecimiento de organismos marinos”.

Para ello, el trabajo con ECOncrete es esencial, dada su especialización en la producción de hormigones con aditivos y agentes biogenéticos que mejorar la resistencia a la compresión del material, disminuyen la permeabilidad a cloruros y facilitan la generación de ecosistemas marinos, como se comentó en un artículo pasado.

Foto: Bloque de hormigón ECOncrete en el lecho marino (imagen de referencia)

Según informó la cementera, el proyecto de colaboración consiste en un proyecto piloto a gran escala para “evaluar el desempeño ecológico de las innovadoras unidades en un ambiente marino previo a su implementación en instalaciones ya completas”.

El piloto de estas instalaciones comenzó en mayo de 2021, dentro de un cronograma que se extenderá por tres años, en los que se analizará la performance de los elementos prefabricados que producirá ECOncrete tanto en el aspecto medioambiental como en prevenir que la corriente se lleve sedimentos y también, en la resistencia a las fuerzas hidrodinámicas generadas por los agujeros alrededor de las fundaciones.

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