La iglesia de San Francisco, en Chile, lleva en pie más de 400 años y ha resistido más de una quincena de terremotos. Estudiar este tipo de estructuras puede ayudar a dar forma a nuevas construcciones sostenibles y resistentes. Así inspiran las técnicas ancestrales a la arquitectura moderna.

Fuente: Sacyr

Las casas de adobe de la región de los Andes en Perú. Las de madera en la Selva Negra, en Alemania. Y las de bambú en la Amazonia, en Brasil. Son ejemplos de arquitectura vernácula. Es decir, aquella que utiliza técnicas y materiales de construcción tradicionales de una región y que se transmite de generación en generación. Analizamos cómo la arquitectura se nutre en la actualidad de los estilos y técnicas del pasado.

Arquitectura que abraza las técnicas ancestrales
El diseño del Mirante do Gavião Amazon Lodge se inspira en la arquitectura tradicional amazónica. Crédito: Mirante do Gavião.

Santuarios en Japón y una mezquita en Mali

Entre los ejemplos de arquitectura vernácula más inspiradores, desde el estudio de arquitectura RMJM destacan los santuarios sintoístas de Japón, construidos con madera de ciprés y estructuras de bambú sin clavos ni pegamento; las iglesias de madera de Noruega; o la Gran Mezquita de Djenné, en Mali. En este último caso, los africanos utilizaron arena y mortero a base de tierra para crear ladrillos cocidos al sol, que luego recubrieron con barro para conseguir un acabado suave y esculpido. Las superficies lisas están perforadas con vigas de soporte de madera, que “sirven de andamio para las reformas de los edificios, que se realizan periódicamente y en las que participa la comunidad local”.

La Gran Mezquita de Djenné está diseñada para aprovechar la luz natural y la ventilación. Crédito: Wikimedia Commons.

En el siglo XXI, este tipo de arquitectura sigue siendo una realidad en zonas rurales y comunidades indígenas de algunas partes del mundo. Además, en los últimos años, también ha habido un creciente interés en la arquitectura vernácula en el mundo occidentalAlgo que se debe, en parte, a la creciente conciencia sobre la sostenibilidad y la importancia de la identidad cultural.

Volver a construir con la tierra

“Volver a construir con la tierra, con lo que el territorio nos da, es una de las formas más importantes para que las ruralidades de nuestros países mantengan la autogestión de su propio bienestar”afirma Ana María Gutiérrez, líder y cofundadora del proyecto Organizmo. Según explica, algunos desiertos como el de la Guajira, en el norte de Colombia, son ideales para construir con tierra, porque esta produce el grosor ideal que trae frescura. “Pero ahora en estas zonas las comunidades residen en casas que son unos hornos de cemento en donde ni siquiera pueden estar. Ahí es donde surge el diálogo de promover, aceptar y motivar los suelos y recursos locales para construir”, explica.

También hay investigadores que estudian construcciones resistentes del pasado. “Es un privilegio para nosotros, como chilenos, tener una edificación tan antigua como la iglesia de San Francisco en este país tan sísmico”, explica a la agencia Sinc Carolina Vergara, directora del Museo San Francisco. El templo, ubicado en Chile y construido con bloques de piedra y ladrillo, cumple este año 405 años y ha resistido cerca de 15 terremotos de gran magnitud.

La iglesia de San Francisco, en Chile, lleva en pie más de 400 años. Crédito: Drone Project Chile.

Varios investigadores han tratado de descifrar los secretos de esta iglesia. Además de que el artesonado mudéjar de la techumbre había mejorado el desempeño sísmico del edificio —reteniendo los gruesos muros de piedra de 1,7 metros de anchura—, los muros estaban apoyados sobre soportes móviles de cantos rodados. De este modo, ante un evento sísmico, el edificio ‘patinaría’ sobre los cimientos.

Abrazar técnicas ancestrales

En la actualidad, hay varios proyectos que tratan de incorporar técnicas ancestrales. Es el caso de la sede del Instituto Socioambiental, una organización no gubernamental brasileña dedicada a la protección del medio ambiente y los derechos de los pueblos indígenas. Sus creadores, del estudio Brasil Arquitetura, se inspiraron en la arquitectura vernácula amazónica: “Utilizamos las habilidades de los indígenas con la madera y las enredaderas para construir el techo y también la estructura periférica de 1,50 metros de ancho que ‘envuelve’ el núcleo del edificio, protegiéndolo de la intemperie”. Según destacan, la estructura se relaciona con el entorno gracias al uso de madera y paja.

Otro ejemplo es el albergue de lujo Mirante do Gavião Amazon Lodge, ubicado en el Parque Nacional Anavilhanas de Brasil y creado pensando en el clima y los materiales locales. Se diseñó como un barco invertido, utilizando las técnicas utilizadas durante años por la comunidad ribereña para construir barcos de madera. Está construido sobre pilotes que crean cubiertas de madera conectadas, lo que permite la ventilación por debajo de la estructura y reduce las temperaturas interiores.

El Mirante do Gavião Amazon Lodge está construido con madera y tiene forma de barco invertido. Crédito: Blumar DMC.

Entre los materiales ancestrales utilizados en la actualidad, están el adobe, el bambú o la piedra. Resultan atractivos al no generar residuos —uno de los objetivos que persiguen múltiples constructores—. Como afirma el estudio de arquitectura RMJM“es importante que los arquitectos modernos consideren los materiales y técnicas de la arquitectura vernácula, ya que a menudo está vinculada a la sostenibilidad ambiental por su uso intuitivo de materiales locales y sostenibilidad social”.

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