El arquitecto de la Universidad de Santiago, Rodrigo Martin, planteó una situación debe verse con prontitud para futuras edificaciones: los efectos del calentamiento global. “Lo que necesitamos entonces es que toda la normativa sea revisada, y que la actualicemos a las condiciones de clima que vamos a tener probablemente de aquí en adelante”, indicó.
Fuente: El Mostrador
Un enorme socavón se produjo en la noche de este miércoles en las cercanías de un condominio de edificios en Reñaca, región de Valparaíso. El desprendimiento de tierra que se originó debido al temporal que azotó la zona impulsó la evacuación de un centenar de personas que se encontraban en el inmueble, por el riesgo que implicaría el colapso del lugar.
Esa es una de las situaciones críticas que advirtió el arquitecto de la Universidad de Santiago, Rodrigo Martin, pero también dejó sobre la mesa otra situación que debe verse con prontitud para futuras edificaciones: los efectos del calentamiento global.
“Es una situación bastante crítica y lo que habría que cuidar primero es entender que probablemente este edificio cumplió con toda la normativa. Es un un edificio que tuvo un permiso aprobado y que se ejecutó de acuerdo a todas las normas vigentes en ese momento sobre ese lugar”, partió diciendo en conversación con El Mostrador.
“Lo que causa este socavón -agregó- es el daño que se produjo en un colector de aguas lluvias, que al momento de dejar de quebrarse generó una pérdida de agua y finalmente el socavón. Y esto nos deja en evidencia que, en el fondo, el problema que está ocurriendo es que si bien la normativa existe y se aplica para todos los casos de construcción, el cambio climático y los lugares que son complejos como son un borde mar, cercano a un campo dunar en donde tenemos un suelo muy inestable, hacen que esto sea extremadamente complejo hoy en día”.
“Probablemente en la historia hacia atrás teníamos cierto grado más de confianza en poder intervenir en lugares de un riesgo mayor. Pero como decía, hoy en día el cambio climático está haciendo que esos sectores, o esas áreas, en donde la normativa estaba y existía, se vuelvan mucho más complejos producto de lo que puede ser en este caso el tema de la lluvia. Y hace que algo que si bien funcionaba, esté al límite, está al límite en términos de seguridad. Y tengamos que probablemente de aquí en adelante, extremar nuestros cuidados respecto a lo que antes considerábamos una eventualidad que podía ocurrir cada 30 años y que hoy en día probablemente va a empezar a ocurrir cada vez más seguido”, aseguró.
En ese sentido, planteó que “la planificación y las normativas urbanas van a tener que comenzar ahora a revisar lo que se podría haber considerado antes como una una excepción, y entender que el cambio climático nos enfrenta a problemas que son mucho más complejos, mucho más recurrentes y que vamos a tener que extremar en el fondo las medidas de protección para las zonas que están en puntos de riesgo y asegurar que la normativa implique probablemente inversiones más altas para asegurarnos de que no existan conflictos de este tipo”-
“Entonces, el problema, como decía, es que una cosa fortuita que genera el socavón y, además, es un edificio que cumple norma. Pero las circunstancias climáticas y el lugar son los que nos dejan al límite, una línea muy delgada entre una catástrofe y eso. Lo que necesitamos entonces es que toda la normativa sea revisada, y que la actualicemos a las condiciones de clima que vamos a tener probablemente de aquí en adelante”, cerró.