CDT El diseño de los edificios tiene el poder de reducir el impacto en el entorno durante su construcción y operación.
Fuente: Obras Expansión
Las consecuencias del cambio climático cada vez son más notorias durante este año. El país se enfrenta a altas temperaturas de calor y lluvias intensas. Por ello, las industrias se han comprometido a que tanto sus procesos como materiales de construcción tengan el menor impacto negativo.
Emiliano García, diseñador industrial y cofundador de la Agencia Social de Paisaje (ASPJ) menciona que es por eso que la arquitectura ya no solo se limita a la construcción física, sino que abarca una narrativa más amplia que influye en la vida cotidiana de las personas y su relación con el cambio climático. “La industria debe tomar conciencia de la necesidad de avanzar hacia la descarbonización de sus sectores y adoptar prácticas más sostenibles”, menciona García.
Se debe emplear el uso de materiales renovables en la construcción como ecotecnologías, materiales renovables y la utilización de madera. “Debemos diseñar estructuras más ligeras para minimizar el costo y el impacto ambiental”, comenta Enrique García.
Explica que con la utilización de materiales renovables y emplear técnicas sustentables se busca crear un impacto positivo en el medio ambiente, y que en la actualidad ya existen certificaciones que buscan que las edificaciones lo logren como el: Living Building Challenge (LVC) por sus siglas en inglés, que se enfoca en lograr un impacto ambiental positivo en lugar de simplemente reducir el impacto negativo.
Es decir, que se corrobora de dónde vienen los materiales, que procesos se empezarán y cómo van impactar. Por ello, la autoconstrucción toma relevancia en este aspecto. En el país aún no existen proyectos con esta certificación.
Apuntar porque las personas construyen su casa tomando en cuenta estos rubros podría ser una estrategia eficaz en cuanto a volumen. En México, la autoconstrucción de viviendas es la opción más común. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Vivienda 2020, el 57% del parque nacional fue construido de esta manera.
Emiliano García comenta que si esta alternativa es considerada por más de 50% de la población se debe mostrar el impacto que tienen sus construcciones y cómo hacer para evitar daños al medio ambiente.
Agrega que es ideal regresar a las prácticas tradicionales, como tierra compactada, de adobe, piedra y madera. “Esa es la arquitectura actual, recuperar elementos básicos de la construcción e integrarlos en una serie de procesos más modernos para que sean más eficaces”, menciona el experto.
En cuanto a la fusión de la naturaleza y la construcción, se destaca la importancia de adoptar una perspectiva inversa, rn el que primero se busca maximizar el potencial regenerativo del espacio con jardines productivos y luego se integra la vivienda como parte de ese ecosistema. “Esta nueva mirada puede tener un impacto positivo en la construcción y la arquitectura en México”, detalla Emiliano García.
Señala que la falta de énfasis en la vegetación en la construcción puede deberse a influencias económicas y culturales, en la que los materiales convencionales, como el concreto, se consideran de mayor valor. Sin embargo, se destaca que no siempre son más resistentes y duraderos.
Mariana Díaz, coordinadora de la Contribución Determinada a Nivel Nacional desde Sociedad Civil, de Iniciativa Climática de México (ICM), detalle que no solo el impacto se ve desde la construcciones. “La arquitectura se vive desde que estás en tu casa, por eso es importante que las personas se informen de dónde vienen sus alimentos, sus muebles, todo lo que consuman para crear conciencia y empezar a cambiar hábitos a favor del medio ambiente”, menciona Mariana Díaz.
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