La IA es más que algoritmos y análisis: también es robótica y Machine Learning.
Fuente: El Economista
Los proyectos urbanísticos continúan desarrollándose en muchas partes del mundo, uno con mayor modernidad que otros, pero la mayoría con las condiciones adecuadas para ser habitados. En este sentido, muchos se preguntán cuánto podría ayudar la Inteligencia Artificial en el desarrollo de estos proyectos.
La IA ocupa un rol clave para aportar en la resolución de tareas. Creemos que, con la inclusión de esta tecnología, llegaremos al punto donde un “edificio inteligente” significará más que de domótica: se valorará que los emprendimientos sean construidos con herramientas inteligentes.
El mercado global de IA tendrá un valor de $459,300 millones para 2030, según un informe de Research and Markets. En el mundo del real estate, los algoritmos ya irrumpieron en áreas como proyección, seguridad y ensamblaje de piezas. En la etapa de pre-construcción, el análisis de datos mediante estos sistemas de aprendizaje automáticos puede revisar factores útiles a la hora de encontrar ubicaciones para nuevos emprendimientos — como niveles de contaminación y crimen — y características de interés para los potenciales compradores como accesos, transporte público, áreas recreativas, educativas, deportivas y comerciales.
En proyección y planes, cargar cada plano a software inteligente ayuda a supervisar la obra en su totalidad y por segmentos, lo que es útil para determinar el porcentaje de avances, tiempos estimados de tareas y prevenir fallas, o identificarlas rápidamente para solucionarlas lo antes posible. El aprendizaje constante de la IA busca combinaciones para continuar la obra de la forma más eficiente posible. Además, articular estos datos y los pasos a seguir planeados con modelos 3D facilita cómo los equipos visualizan los proyectos y las áreas a trabajar, antes de poner en marcha la construcción.
Pero la IA es más que algoritmos y análisis: también es robótica y Machine Learning. Estas herramientas abrieron el juego de la construcción “off-site”, con plantas enteras donde robots ensamblan piezas sencillas que pueden resolverse lejos de la obra. Para la robótica, “simple” puede ser la estructura base de una pared que luego será manipulada por obreros para agregar detalles o composiciones más complejas, como plomería, calefacción, sistemas eléctricos o de cañerías. Según MMR Research, se espera que esta técnica alcance un valor global de $369,720 millones para el 2029, donde se destacará el pre-armado de estructuras con acero, madera y plástico.
Durante la construcción, la IA también es útil para mostrar proyectos a otros que no sean parte del equipo. Posibles compradores, socios e inversores pueden acceder a tours remotos hechos con Virtual Reality (Realidad Virtual). Estos showrooms con realidad aumentada son representaciones visuales increíblemente inmersivas, fieles a las dimensiones y estética del proyecto.
Asimismo, la IA puede intervenir para conseguir leads de mejor calidad y acercar los proyectos inmobiliarios a compradores interesados. Por ejemplo, mediante el análisis del comportamiento de los usuarios en la web, de las publicaciones que les generan interés, de las preferencias y las búsquedas que realicen, se podrá comprender mejor cuál es el interés de los clientes y ofrecerles, de esta manera, un servicio personalizado que responda a su necesidad.
Además, las diferentes fuentes de información también sirven para evitar posibles fraudes y detectar distintos niveles de seriedad en los perfiles que buscan comprar o alquilar inmuebles. Los bots también están comenzando a conversar en lenguaje natural para calificar oportunidades, agendar citas con clientes, y resolver problemas de posventa, y muy pronto lo haremos por video con interfases en donde será muy difícil saber si el que nos habla es un humano.
No cabe duda de que esta herramienta ya está cambiando el mundo del real estate para brindar mejores servicios y optimizar el desarrollo en todas sus etapas. Estos cambios son solo el comienzo: veremos cómo nos sorprenderá a futuro para crear experiencias más ágiles y eficientes.