Fuente: Universidad de Newcastle, Australia
Ingenieros de la Universidad de Newcastle desarrollaron un nuevo sistema de almacenamiento de energía a partir de bloques que almacenan energía térmica. En concreto, se trata de ladrillos de 30x20x16 centímetros fabricados con materiales de alta conductividad térmica, que podrían calentarse fácilmente para almacenar energía y enfriarse para liberarla más tarde.
La solución, explican los científicos, se puede adaptar a las centrales eléctricas en desuso o introducirla en las plantas activas para ayudarlas a pasar de los combustibles fósiles a las energías renovables. El objetivo de esta iniciativa, es emplear estas unidades para almacenar el exceso de electricidad durante los períodos de máxima producción o instalarlas en otras plantas de energía para reciclar el calor residual. De este modo, la energía térmica que liberan puede ser usada para calentar agua y accionar turbinas de vapor, sin tener que quemar otro combustible.
De acuerdo a lo que explican sus creadores, estos bloques se pueden apilar, de modo que se pueden añadir o quitar para aumentar o disminuir el tamaño del sistema. Además, están hechos de materiales económicos, abundantes y no tóxicos. Las estimaciones iniciales sugieren que deberían costar el 10% del precio de una batería de litio del mismo tamaño, proporcionando la misma cantidad de energía.