CDT La fachada es un elemento de sumo cuidado al momento de realizar una construcción, ya que es la única parte del edificio que se percibe desde el exterior y muchas veces es el único medio disponible para expresar o caracterizar una obra.
Fuente: Revista Construir
Es por ello que existen diferentes tipos que son: ligeras, pesadas, trasventiladas y prefabricada.
Las primeras se caracterizan por ser como una piel que cuelga del edificio, las mismas no contribuyen a la estabilidad del edificio, por su poca masa son malos aislantes del ruido, tampoco son buenas como aislante térmico, sin embargo tienen una gran capacidad para la entrada de luz y son de fácil montaje.
Las pesadas este tipo son todas las fachadas convencionales, las cuales son elaboradas con ladrillo visto, enfoscados, aplacados, de piedra, de madera entre otros.
Las trasventiladas constan de montantes, travesaños y cerramientos pero. En comparación con las anteriores, los montantes se anclan a muros de fábrica, y las piezas de cerramiento son pesadas: normalmente placas de piedra o cerámica. Este tipo de fachadas brindan como resultado un mejor acabado.
Prefabricadas en este tipo de fachadas el material más utilizado es el hormigón, aunque el uso de madera se está extendiendo al igual que otros. Tiene como principal característica que están compuestas por módulos de pared los cuales vienen hechos de taller, ensamblándose unos a otros en la obra.
Dependiendo su nivel de prefabricación puede inclusive montarse paredes de fachada con las ventanas o puertas ya instaladas. Tiene como principales ventajas que son de mayor calidad y son de montaje rápido.
Mariah Otárola de CR Stone & Quartz S.A. manifestó que a la hora de realizar un diseño arquitectónico es de suma importancia esta parte de la obra, esto se debe a que es la primera impresión que se tendrá desde el exterior del edificio
Un diseño adecuado de la fachada puede contribuir a una mayor eficiencia del edificio para el día a día y para el medio ambiente.
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