C-Crete Technologies, empresa pionera en el desarrollo de hormigones sin cemento y sin emisiones de CO2, anunció el despliegue del primer hormigón del mundo a base de basalto, otro avance significativo en el desarrollo de materiales de construcción ecoconscientes por parte de la empresa.
El vertido del 14 de marzo en el 7200 de Woodlawn, en Seattle, consistió en una cimentación exterior de 20 toneladas de losa sobre rasante para un muro de contención de un muelle de carga y la sustitución parcial de una rampa, utilizando basalto como aglutinante principal en sustitución total del cemento Portland. Este vertido se suma a otros anteriores realizados con éxito en el mismo edificio, llamado Hubbard’s Corner, elevando el total a unas 140 t de hormigones sin cemento de C-Crete, cada uno de los cuales emplea una materia prima distinta, como la zeolita o el basalto.
El basalto se compone principalmente de silicio, aluminio y calcio, tres de los elementos más abundantes de la Tierra. En términos de volumen, es más abundante que la piedra caliza utilizada para fabricar cemento Portland. Pero a diferencia del cemento Portland -que contribuye a cerca del 8% de las emisiones mundiales de CO2 debido a los procesos químicos y al elevado calor necesarios para convertir la piedra caliza en cemento en polvo-, el basalto es una roca natural no carbonatada que puede molerse para convertirla en cemento en polvo, lo que elimina eficazmente los problemas medioambientales de la producción.
Además, el proceso de curado del hormigón a base de basalto captura CO2 de la atmósfera, lo que refuerza aún más su perfil ecológico.
“Con el laboratorio viviente de Hubbard’s Corner, este ensayo sobre el terreno hace que el hormigón C1157 a base de basalto de C-Crete pase de ser un material novedoso a un hormigón piloto listo para proyectos de mayor envergadura”, declaró Donald Davies, un veterano ejecutivo del sector de la construcción, propietario del edificio de Seattle y presidente de Building Transparency, una organización sin ánimo de lucro dedicada a permitir que el sector de la construcción aborde el papel del carbono incorporado en el cambio climático. “Este vertido fue ese paso de investigación y desarrollo que demuestra que una idea funciona, con la validación de una colocación en el mundo real”.
El hormigón de basalto de C-Crete tiene una resistencia a la compresión superior a 5000 psi. Demuestra una bombeabilidad, trabajabilidad, tiempo de fraguado y acabado superficial similares a los del hormigón convencional, al tiempo que cumple las normas internacionales ASTM en cuanto a propiedades mecánicas y de durabilidad, un hecho verificado por terceros independientes. Y lo que es más importante, consigue estas hazañas manteniendo la paridad de costes con el hormigón convencional.
“Parece que el hormigón de basalto resuelve múltiples problemas, y me gustaría que el producto funcionara, porque haría avanzar la civilización de forma espectacular”, afirma Allan Paull, ejecutivo de la construcción con 44 años de experiencia en el sector. “Si C-Crete puede utilizar cualquier materia prima y no tener que vitrificarla con un proceso de calentamiento, entonces realmente habrá resuelto el problema de alejarse de este gran proceso que consume mucha energía. Eso es lo apasionante de este producto”.
“Si se prueba y se utiliza con éxito, creo que la adopción [por parte de la industria] se produciría con relativa rapidez. Porque las empresas cementeras van a querer adoptar esta tecnología, igual que la industria siderúrgica pasó de los altos hornos [de carbón] a los hornos de arco eléctrico”.
La utilización de basalto es sólo uno de los versátiles materiales de la cartera patentada de hormigones sin cemento de C-Crete Technologies, cada uno de los cuales aprovecha abundantes materiales locales como aglutinantes cementosos.
“Nuestro éxito en la implantación del primer hormigón basado en basalto subraya nuestro compromiso de empujar a la industria de la construcción a ampliar rápidamente el uso de hormigones sin cemento”, dijo Rouzbeh Savary, fundador y presidente de C-Crete Technologies. “Aprovechando el potencial de las rocas no carbonatadas naturales sin explotar, como el basalto y la zeolita -cada una disponible como mínimo en el orden de varios miles de millones/trillones de toneladas-, nos estamos acercando a nuestra misión de utilizar la composición local de la corteza terrestre como materias primas ecológicas para la fabricación de hormigón sin cemento.”