CDT Este puente de la región China de Chongqing se ha convertido en uno de los mayores reclamos turísticos gracias a la gran diversidad de estructuras arquitectónicas que han sido construidas a lo largo del mismo.
Fuente: Arquitectura & Empresa
Abandonado a su suerte casi desde su origen, esta infraestructura de más de 400 metros de longitud ha sido colonizada por los ciudadanos del municipio de Linshi, en la región China de Chongqing.
Al observar las imágenes y pasear por sus inusuales calles mucha gente pensará que siempre es mejor vivir sobre el puente que vivir bajo él, sin embargo, estas construcciones realizadas por los empresarios locales no son sino espacios destinados a locales y tiendas turísticas que buscan fomentar e impulsar el turismo local en el municipio.
Ejemplos como el Ponte Vecchio en la ciudad italiana de Florencia, nos muestran que ya desde hace siglos, los constructores, ingenieros y arquitectos se embarcaron en la tarea de construir infraestructuras habitadas que permitan aprovechar al máximo las ventajas y los espacios de las ciudades.
Otro ejemplo más próximo y de origen plenamente natural es el pueblo medieval de Puentedey. Situado en la provincia de Burgos (España), este poblado se asienta sobre lo que podemos denominar un “puente natural”, ya que se trata de una estructura rocosa erosionada por el paso del tiempo, y del río, sobre la que los habitantes construyeron sus viviendas.
La diferencia entre estos dos ejemplos que acabamos de indicar y el variopinto caso sobre el que estamos tratando es que, además de que se trata de un puente ciertamente más moderno en cuanto a la propia infraestructura se refiere, las construcciones realizadas sobre el mismo son cuanto menos singulares.
Construido de manera convencional, a base de grandes elementos de hormigón armado, el puente nunca ha llegado a destacar por su belleza estructural, pero la conquista tanto de su parte superior, como de su parte inferior gracias a estructuras de cerchas de acero que generan elementos colgantes bajo las vigas del puente, han generado una visión ecléctica que aúna en su recorrido edificios de estilo oriental y occidental.
Grandes y elevadas cúpulas sobre torres verticales, elementos a modo de faro costero enmarcados en medio de la naturaleza, arcos que simulan las estructuras centrales del previamente mencionado Ponte Vecchio o un singular cristo que guarda similitudes con el conocido Cristo del Corcovado de Brasil, son algunas de las construcciones que nos muestran las reminiscencias occidentales del puente, mientras que los entramados de madera, las cubiertas a dos o cuatro aguas de teja oscura y los detalles ornamentales exquisitamente cuidados nos muestran la parte más oriental de las referencias tomadas para la conquista del puente.
Para acceder a este espacio que une las dos orillas del rio Yangtze, tan solo es necesario descender a través de un serpenteante camino tan colorido como algunas de las construcciones del puente, desde el cual se comienza a apreciar la variedad y singularidad de los espacios a visitar y que nos permite disfrutar de lo que podemos denominar como una de esas “maravillas arquitectónicas” no reconocidas en ningún libro, pero apreciadas en gran medida por todos aquellos que se acercan a esta modesta localidad.
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