¿Sabías que se ha desatado una nueva carrera espacial? Los científicos de todo el mundo están trabajando para lograr una serie de objetivos, entre ellos, encontrar una forma de colonizar otros planetas y hacer que los seres humanos puedan vivir realmente en el espacio exterior.
Fuente: 3D Natives
Para lograr este objetivo, la impresión 3D es una de las principales tecnologías que se están empleando gracias a su adaptabilidad, rentabilidad y, por supuesto, capacidad de utilizar materiales locales, una necesidad clave si realmente queremos trasladarnos a otros planetas. Esta vez, analizaremos algunas de las diferentes formas en que se está utilizando la fabricación aditiva para hacer posible la vida en la Luna o en otros planetas de nuestro Sistema Solar.
El hábitat simulado en 3D de ICON para la superficie de Marte ayudará a allanar el camino de la exploración espacial
En otro proyecto para acercarnos a la futura exploración espacial, la NASA ha recurrido a la impresión 3D y, concretamente, a la empresa de construcción mediante impresión 3D ICON. En el último proyecto, que analizará las posibilidades de crear hábitats en otros planetas, la startup ha anunciado recientemente que imprimirá en 3D un hábitat simulado en la superficie de Marte en colaboración con el estudio de arquitectura BIG-Bjarke Ingels Group. Con el nombre de MARS DUNE ALPHA, la estructura, de unos 157 metros cuadrados, se utilizará para simular un hábitat en el estudio de la misión a Marte de la NASA, que tendrá un año de duración. En cuanto se complete la producción de esta casa, el modelo se entregará al Centro Espacial Johnson de la NASA, situado en Houston (Texas).
Luyten y la impresión 3D de estructuras en la luna
Otra de las empresas que está apostando por la fabricación aditiva para la exploración espacial es Luyten. El fabricante australiano de impresoras 3D está colaborando con la Universidad de Nueva Gales del Sur, Sydney (UNSW) con el objetivo de llevar a cabo el proyecto Meeka. Esta iniciativa pretende utilizar la impresión 3D, y más concretamente la máquina Platypus Galacticus, para la construcción de estructuras en la Luna. Gracias a esta tecnología y a base de regolito, un material lunar, la empresa espera poder fabricar estructuras de hasta 12 metros de largo y 9 metros de alto. Además, para poder identificar las áreas construibles, Luyten planea enviar rovers que acompañen al Platypus Galacticus. Así, algunos podrán evaluar las zonas mientras que otros recogerán el material de regolito. Aunque el proyecto Meeka aún parezca muy lejano, lo cierto es que la realidad podría estar más cerca de lo que pensamos.
¿Vida en Marte gracias a la impresión 3D?
Desde 2014, la NASA lleva a cabo un concurso llamado 3D-Printed Habitat Challenge, cuyo objetivo es imaginar estructuras que podrían imprimirse en 3D en el espacio para albergar una forma de vida diferente a la de la Tierra. Uno de los proyectos ganadores de hace unos años fue el proyecto MARSHA, que desarrolló un concepto de casas impresas en 3D en Marte. La empresa estadounidense AI Spacefactory está detrás de estas estructuras con forma de cono, de 34 metros cuadrados. Para construir las casas, se utilizarían los recursos que se encuentran en el Planeta Rojo, así evitarían las limitaciones del transporte de materiales desde la Tierra. Por último, MARSHA se ha diseñado con un sistema de doble carcasa para aislar los espacios habitables de las tensiones estructurales de los cambios de temperatura en Marte.
Trajes impresos en 3D para la colonización del planeta rojo
Son muchas las empresas que trabajan para llevar a la humanidad a la superficie de Marte. Por importante que sea averiguar cómo llegar allí, es igual de importante poder poner un pie en el planeta sin morir. Empresas como la NASA se preparan para esta misión a Marte con sistemas de lanzamiento espacial. Por otro lado, la agencia espacial también está trabajando en otros temas importantes para llevar a cabo dicha misión, como el traje espacial que los astronautas usarán en su viaje al Planeta Rojo. Este traje espacial se producirá utilizando tecnologías de vanguardia, entre las que se encuentra el escaneo y la impresión 3D. Una empresa que trabaja en las misiones de asentamiento, es Mars One. Mars One realizó estudios de viabilidad realizados por para crear trajes y sistemas de soporte vital para Marte.
Bioimpresión 3D en el espacio para la colonización espacial
La vida en el espacio es dura; la falta de gravedad pasa factura a los huesos y músculos de los astronautas. Por eso, los investigadores de la ESA han estado trabajando en un proyecto de bioimpresión en 3D para crear muestras de piel y hueso. El proceso de impresión se hizo a la inversa para demostrar que se puede trasladar al espacio en condiciones de microgravedad. Si los astronautas consiguen llevar una bioimpresora 3D en sus viajes, podrían responder a emergencias médicas: en caso de quemaduras, por ejemplo, la tripulación podría imprimir piel nueva. En el caso de la ESA, se imprimieron en 3D varias muestras de piel y hueso a partir de plasma, metilcelulosa y alginato.
Muestra impresa con células de piel humana utilizando plasma sanguíneo humano como biotinta rica en nutrientes (créditos de la imagen: ESA – SJM Photography)
Moon Village, la base lunar impresa en 3D
Hoy en día, con las impresoras 3D es posible imprimir casi cualquier cosa, desde coches hasta casas, pasando por órganos. El potencial de esta tecnología es enorme, y la Agencia Espacial Europea lo sabe. La Agencia, junto a Rusia y China, quieren construir una base lunar impresa en 3D llamada “Moon Village”. Por muy loco que parezca diseñar una base lunar mediante fabricación aditiva, el coste de enviar cualquier elemento a la Luna, es muy elevado. Por ello, crear una base lunar con materiales que ya están en ella, es una brillante solución ya que los costes de envío desaparecen. Desde hace unos años, expertos en fabricación aditiva y de la industria espacial siguen trabajando para investigar la viabilidad del proyecto que, de momento, parece factible. En realidad, cualquier base lunar sigue siendo un proyecto en ciernes, pero cada pequeño paso en la investigación hace que la futura colonización lunar sea un poco más factible.
El proyecto Moonrise
En enero de 2021, un equipo de investigadores de la Universidad Técnica de Braunschweig y del Laser Zentrum Hannover (LZH) consiguió imprimir en 3D el regolito lunar por primera vez. Para llevar a cabo este experimento, llamado «Moonrise», los científicos equiparon un rover lunar con un láser para fundir los materiales lunares y obtener regolito. Una vez completada esta etapa, los investigadores utilizaron el rover IRAS MIRA3D, un vehículo lunar especialmente diseñado para la impresión 3D en el espacio. Con él, el equipo que ha llevado a cabo el proyecto dice haber sido capaz de diseñar objetos a partir del regolito. Se trata de una primicia, que podría abrir las posibilidades de construcción en la Luna en el futuro.
Tiritas bioadhesivas impresas en 3D
Como parte de la misión espacial denominada «cosmic kiss», en la que los astronautas realizan diferentes pruebas en la ISS, el astronauta alemán Matthias Mauerer ha probado recientemente el uso de tiritas adhesivas bioimpresas en el espacio. Las Bioprint FirstAid, como se denominan estos innovadores esparadrapos, tienen como objetivo final facilitar los futuros primeros auxilios médicos en zonas desoladas o en condiciones extremas. La bioimpresora mecánica de mano se utiliza aplicándola directamente en el lugar deseado de la piel, donde imprime inmediatamente una tira similar al yeso utilizando una tinta especial para bioimpresiones. Gracias a la forma compacta de la impresora y a su fácil manejo, los científicos del proyecto ven posible su uso futuro en las consultas de los médicos, así como en zonas complejas como el espacio, o en la Tierra, como por ejemplo la región del Ártico.
El proyecto LavaHive
En marzo de 2015, la NASA puso en marcha el reto de un hábitat impreso en 3D. Entre las 160 candidaturas, una en particular llamó la atención del jurado. Llamado LavaHive, el concepto fue desarrollado por miembros del Centro Europeo de Astronautas y el grupo austriaco Liquifer Systems. Al igual que en el proyecto Moonrise, la idea de los investigadores era utilizar el regolito como material de impresión 3D. En concreto, el proyecto LavaHive incorpora un hábitat central inflable reforzado con paredes impresas en 3D a partir del material lunar. Además, para obtener un espacio habitable suficientemente grande, esta zona hinchable está conectada a tres habitáculos, mediante túneles impresos en 3D.