Los avances en digitalización están permitiendo un uso más eficiente de la infraestructura construida.
Fuente: Valor Compartido
Mientras algunos países empiezan a implementar políticas de innovación y recuperación verde para reactivar la economía, la agenda reciente estuvo marcada por la ola política verde de Francia, las asambleas ciudadanas para encontrar soluciones al cambio climático (que están dando buenos resultados en Francia y Reino Unido, y pronto en España), y el cierre de plantas de carbón y nucleares en Europa. Aunque el lobby del gas siga haciendo de las suyas para ralentizar la transición energética limpia.
Pero en la búsqueda de soluciones a la crisis climática que apoye la reactivación y genere empleo, muchas veces se nos olvida el rol clave que juega la eficiencia energética (uso de energía por unidad de producción física) y la productividad energética (uso de energía por unidad de producción económica).
Un sector donde la eficiencia energética es clave son los edificios, que representan casi 40% de las emisiones globales relacionadas con la energía. Cada vez son más los edificios con certificación LEED, y la innovación está creciendo en nuevos materiales y técnicas de construcción, autosuficiencia energética y redes inteligentes para compartir electricidad ente vecinos, entre otras cosas.
Cubierta verde, edificios neutros, envolvente, fachada inteligente, puente térmico, tejas solares, bioplásticos, paneles de fibras de origen vegetal, resinas y materiales autorreparables mediante bacterias, y ventanas inteligentes, son algunos de los aspectos del sector donde más se está innovando además de los avances en financiamiento (hipotecas verdes) y en la llamada construcción industrializada u off site (ensamblando paneles prefabricados, lo cual es más rápido, genera menos residuos y gasto de agua, mejor aislamiento y mejora la eficiencia energética).
Avances
Los avances e innovación están permitiendo un uso más eficiente en la industria de la construcción, desde escritorios de oficina hasta tuberías de agua, carriles de carretera y espacios de estacionamiento, y la gestión inteligente de la infraestructura eléctrica y del transporte público, entre muchas otras cosas. Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial y Machine Learning aplicadas a cada vez más sectores de la industria, aunque eso signifique también ejemplos que terminan perjudicando al medio ambiente: Shell e IBM avanzan en la digitalización de la minería.
Y mientras las innovaciones tecnológicas en el sector explotan, algunos líderes ya se dieron cuenta del rol esencial que puede jugar invertir en reducir la demanda de energía. El Green New Deal de Estados Unidos tiene en su centro medidas de eficiencia energética y renovación de edificios; el G20 lanzó en 2014 el Energy Efficiency Action Plan; y la Unión Europea adoptó la Directiva de performance energética de edificios como parte de su Pacto Verde Europeo, que empujará el crecimiento de las bombas de calor (las cuales ya tienen una tasa de crecimiento mayor que los aires acondicionados), materiales de aislamiento y energía renovable de pequeña escala.
Entonces, la eficiencia energética y la innovación deben estar en el corazón de una recuperación verde post-coronavirus, sin dejar de lado la inversión en energía limpia, transporte e infraestructura inteligente.