CDT Expositores nacionales e internacionales plantearon avances y ventajas a la hora de realizar proyectos de varios niveles con madera. Destacaron los aportes de la tecnología en esta área, permitiendo la creación de urbes más ecológicas de manera industrializada.
Fuente: Madera21
Para poner en contexto, desde el año 2008 hasta la fecha se han desarrollado más de 50 edificios de madera alrededor del mundo. Esta materia prima, que ha ido adquiriendo fuerza en el universo constructivo —principalmente debido a sus atributos medioambientales y a los avances tecnológicos— ha permitido construir de manera industrializada y con innovación desde la ingeniería. Por lo mismo, y sobre todo teniendo en cuenta sus valiosas ventajas, es que durante la Semana de la Madera 2021 se llevó a cabo el seminario “Arquitectura en altura y ciudades de madera”, el cual contó con Anna Tenje, Siri Dalheim y Teemu Halme como expositores internacionales, y a Gerardo Armanet —y su equipo del proyecto Tamango— en representación nacional.
Además de reivindicar la madera como una excelente alternativa para realizar construcciones en altura, el seminario logró abrir mentes e iluminar conceptos, sobre todo teniendo en cuenta el arraigo de materiales como el acero o el hormigón al momento de embarcarse en obras de gran dimensión y de varios pisos. Y si bien estos edificios suelen asociarse con países desarrollados —mayormente europeos—, las fronteras se han ido desdibujando en pos de una proliferación diversa a lo largo y ancho del planeta, demostrando que la utilización y visión de este elemento ha ido, gradualmente, ganando adeptos desde el ámbito arquitectónico e ingenieril.
Una de las charlistas fue Anna Tenje, política y presidente de la Junta Municipal de Växjö (Suecia). Una ciudad reconocida internacionalmente por fomentar la construcción en madera, llevando a cabo una estrategia clara y significativa para desarrollar ambientes más sostenibles en gran parte de sus rincones.
“Al principio, las personas que vivían en los edificios no veían que lo hacían en uno de madera, ya que no se mostraban las vigas u otras razones. Ahora, creo que la arquitectura, tanto por dentro como por fuera, se ha desarrollado. Por lo mismo, creo que hoy en día muchas personas notan una gran diferencia, pues los estudios han demostrado que en realidad te sientes mejor viviendo en una casa de construcción de madera. Y también la gente lo pide”, señaló.
Como complemento la expositora Siri Dalheim, socia y directora general de ARTEC Architects, empresa detrás del penúltimo récord mundial de construcción residencial de arquitectura en madera, ahonda justamente en esta obra hito llamada “The Treet”. Proyecto que comenzó hace más de diez años y que se completó en 2016. Al respecto, declaró que en Noruega —donde ejerce— no hay regulaciones nacionales específicas para la arquitectura de este tipo, pero el municipio permitió a los desarrolladores construir un edificio de gran altura si utilizaban este material. ¿El resultado? Una construcción de 14 pisos que, en su momento, fue la más alta del mundo hecha con esta materia prima.
“Creo que este es el beneficio de usar la prefabricación. Que tienes un tiempo de construcción muy corto y al mismo tiempo una forma muy segura de construir un edificio. También tiene sus limitaciones al no tener un diseño muy plástico, pero para este proyecto fue una manera muy rentable de construir y también muy rápida. Como decía, existen limitaciones, por lo que no estoy diciendo que siempre sea la solución para cada proyecto, pero para éste fue absolutamente la solución”, enfatizó Dalheim.
Asimismo, el arquitecto de la UC Gerardo Armanet, socio fundador de Altamirano Armanet Arquitectura y Construcción y, entre otras cosas, profesor del Wood Program de la Universidad Aalto en Finlandia, presentó el gran trabajo detrás de “Tamango”. Un edificio de madera de doce pisos que será construido en Coyhaique y que se encuentra en etapa de licitación. Una demostración de que la construcción en altura realizada con este elemento ya no es una realidad sólo asociada a países nórdicos, europeos o primermundistas.
Respecto al proyecto, Armanet indicó que “lo interesante de esto es que en los cuatro meses de montaje en madera representan, en ese puro lapso de obras, un ahorro de tres meses con una capacidad de montaje muy reducida en términos de cantidad de gente, porque solamente se necesitan cuatro operarios y dos grúas. Finalmente, también se produce un ahorro en terminaciones de aproximadamente dos meses, pues al trabajar en seco y al nivel de detalle con el cual se trabaja en este tipo de edificios, también se ha evidenciado en todos los casos anteriores que en este ítem se producen ahorros importantes”.
Otro de los aspectos a considerar, y que no deja de tener menos importancia, es el cómo un país contribuye y educa respecto a las propiedades de la madera, tanto para edificar como para generar conciencia sostenible. Para Teemu Helme, arquitecto con estudios en la Universidad Tecnológica de Helsinki, Finlandia, y diseñador principal de proyectos de arquitectura en Anttinen Oiva Architects —estudio enfocado en proyectos de planificación urbana, edificios públicos y residenciales—, “respecto a los estudiantes y el aprendizaje, al menos en Helsinki, tenemos una universidad técnica que también tiene un departamento especial de madera y construcción, por lo que siempre es parte de la enseñanza. Para llevar a cabo los proyectos, utilizamos programas bastante normales para arquitectos, como por ejemplo Archicad”, dijo.
Por último, y tomándolo como un correcto enfoque para seguir desarrollando este método de construcción —sobre todo en Chile—, Gerardo Armanet agregó que “no podemos esperar a que las políticas públicas a nivel país nos entreguen esto. Tenemos que movernos a nivel local e, instancias como este seminario, las agradecemos mucho también para entregar la información de este proyecto y así sacarlo adelante, pues es una respuesta clara a las necesidades contemporáneas y a las dificultades que enfrentamos en el rubro de la construcción y como ciudadanos en general”.
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