Un proyecto europeo destinado a mejorar el seguimiento, tratamiento y reciclaje de los materiales de construcción para rebajar su impacto medioambiental.

Fuente: I’mnovation Hub

Los edificios nacen, crecen y mueren como los seres vivos. Sin embargo, la huella ecológica de su paso por este mundo dista de ser ideal. Hormigón, ladrillo, plásticos, metales… Cuando llega la hora de la demolición esos escombros suelen acabar en un vertedero o, en el mejor de los casos, se utilizan para rellenar alguna cavidad. Son los llamados residuos de construcción y demolición (RCDs). Solo en la Unión Europea, cada año se generan 461 millones de toneladas de estos complejos desechos, en muchos casos de difícil reciclaje. Para afrontar su tratamiento hace falta, pues, un enfoque holístico que tenga en cuenta todo el proceso, desde el momento en que se levanta un edificio hasta el fin de su vida útil.

Y esa es la H de HISER (Holistic Innovative Solutions for an Efficient Recycling, o Soluciones Innovadoras Holísticas para un Reciclaje Eficiente). Se trata de un proyecto europeo en el que han unido sus fuerzas numerosas empresas y centros de investigación como ACCIONA, Tecnalia Research & Innovation, Lafarge Centre de Recherche, la Universidad de Leiden o ADR Technology entre otras.

¿La misión? Llevar los principios de la economía circular al proceso de construcción y demolición de edificios e infraestructuras. Es decir, obtener el máximo aprovechamiento de los recursos y cero residuos.

“La misión de HISER es trasladar los principios de la economía circular a los procesos de construcción y demolición de infraestructuras.”

Hasta ahí todo suena muy bien, ¿pero en qué consiste exactamente HISER?

Este proyecto de economía circular comprende tres grandes áreas de trabajo.

Desarrollo de metodologías. Uno de los primeros aspectos consiste en la armonización de las soluciones metodológicas y las herramientas para controlar los tipos, calidades y cantidades de materiales que se van a utilizar en la construcción de un proyecto y cuáles serán los RCDs resultantes. Para ello, se está desarrollando una nueva herramienta Smart BIM-SD (Building Information Modelling) y un sistema de rastreo de materiales que permite clasificar los recursos aprovechables e inventariarlos.  

Desarrollo de tecnologías para producir materias primas de alta pureza. Una vez que se ha establecido la cuantía y calidad de los RCDs, es el momento de encontrar la forma de recuperarlos. Por medio de técnicas de selección, trituración y electro-fragmentación selectiva, el objetivo es producir materias primas que tengan entre un 80 % y un 100 % de pureza. Estas tecnologías se complementarán con sistemas para el análisis de la calidad de las materias primas obtenidas, un aspecto crucial para la durabilidad y fiabilidad de las estructuras. Se calcula que estas medidas serán un 20 % más eficaces que las soluciones de reciclaje habituales.

Utilización de nuevos materiales de construcción. Tras producir estas materias primas a partir de RCDs, el siguiente paso consiste en sustituir o complementar las materias primas vírgenes con nuevos materiales. Entre ellos destaca un cemento con una huella de carbono un 10 % inferior a la actual, un hormigón verde que contiene más de 1.300 kilos de materia agregada por metro cúbico de hormigón nuevo, ladrillos con un 10 % de materiales reciclados o paneles de yeso con un 50 % de materiales reciclados, incluyendo fibras de madera y lana mineral entre otros.

HISER es ya una realidad gracias a las primeras pruebas sobre el terreno. Después de una prueba piloto llevada a cabo en Finlandia, donde se construyeron casetas para el almacenaje de madera utilizando WPC (composite de plástico y madera) que integra madera limpia, madera pintada y piezas de conglomerado de tamaño medio y lana de roca procedente de reciclaje, ACCIONA está llevando a cabo la demostración en Madrid de las soluciones tecnológicas desarrolladas en el proyecto que fomentan la economía circular de las fracciones de yeso y fracción pétrea de los RCDs.

En este caso, se está llevando a cabo la construcción de dos módulos: uno en el que se instalan paneles de hormigón hechos con áridos de hormigón reciclado y placas de yeso fabricadas con un 7,5% de yeso reciclado y otra, de referencia, con prefabricados de hormigón y placas de yeso convencionales. Los módulos construidos consisten, esencialmente, en una estructura de acero anclada a una losa de hormigón con paneles de hormigón prefabricados que crean las paredes envolventes del edificio y que se fijan a un marco de acero apoyándose directamente sobre la losa de hormigón del suelo.                 

En ambos módulos se monitorizarán en condiciones reales diferentes parámetros físicos relacionados con la eficiencia energética y el confort interior de los prefabricados de hormigón y de los paneles de yeso mencionados: temperatura, flujo de calor, consumo de energía y humedad.

La formulación del hormigón se ha ajustado para incluir áridos reciclados de una planta de tratamiento de RCDs con un sistema automático de clasificación mediante sensores.

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