El objetivo es crear una herramienta que entregue un valor agregado a las propuestas de la empresa frente a sus clientes, incorporando la economía circular desde el proceso de diseño de la ingeniería de los proyectos. Se implementará con un caso práctico de reutilización de compuertas de centrales hidroeléctricas, lo que permite además beneficios ambientales, ahorro de costos y de materia prima.
Fuente: EuroChile
Para que la economía circular se instale en el país, debe pasar del discurso y la teoría a la aplicación concreta en los procesos productivos. Aunque si bien ya existen avances, hay algunas áreas donde su instalación parece ser más compleja, como la ingeniería de grandes proyectos de infraestructura y obras civiles, donde cambiar la forma en que se hacen las cosas puede tomar más tiempo. Y es precisamente allí donde ICP Ingeniería busca generar cambios a partir del diseño de los proyectos.
Un interés que surgió desde su incorporación al Grupo de Trabajo de Economía Circular de Eurochile tras una invitación del Área de Transferencia Tecnológica y de Economía Circular de la Fundación, y que hoy se traduce en un proyecto concreto que se desarrollará con el apoyo financiero de Corfo: la ceración de un protocolo de buenas prácticas en economía circular para esta industria.
“El objetivo es identificar instancias dentro del diseño de las propuestas, como de manera transversal en los proyectos de infraestructura, donde se pueda implementar requerimientos alineados con la economía circular, como herramienta que otorgue valor agregado a nuestras propuestas y a los clientes”, explica Fernando González, gerente general de ICP Ingeniería.
La idea, agrega, es “contar con una metodología que nos permita evaluar la circularidad de las soluciones de diseño generadas por nuestra empresa y, transferir buenas prácticas de la economía circular a los equipos técnicos que conforman nuestra empresa”.
Este protocolo, que será co-construido por ICP Ingeniería y Eurochile, estará basado en el ecodiseño y buscará abordar las instancias donde se puedan implementar mejoras que sumen valor a los proyectos. Y se hará además con un caso práctico: el diseño de un túnel de desvío para una hidroeléctrica donde se deberán utilizar compuertas que actualmente están en uso en otro proyecto.
Es decir, una práctica de reutilización de componentes que implicará repensar y reducir los materiales requeridos para la obra, y que se espera que permita a la empresa incrementar sus posibilidades de adjudicación a licitaciones por considerar la aplicación de medidas circulares y sostenibles dentro de su oferta de servicios.
“La ventaja de incluir la reutilización de equipos incluidos en las obras de los proyectos de generación de energía hidroeléctricos en etapas muy tempranas, nos permite diseñar las obras civiles considerando este criterio”, explica González. ¿Existen experiencias similares? “No estamos seguros de que exista una metodología específica que permita medir la circularidad de las soluciones de ingeniería a nivel de los proyectos de infraestructura, que es el objetivo que persigue este proyecto”, agrega.
Esto no sólo permitirá incrementar la competitividad de las empresas, por el desarrollo de una herramienta diferenciadora basada en el ecodiseño, sino también ayuda a reducir los impactos ambientales negativos de los proyectos de infraestructura e incrementa la eficiencia en el uso de las materias primas, lo que en definitiva entrega mayor valor al cliente.
Hoy, plantea el gerente general de ICP Ingeniería, existen muchas oportunidades para aplicar conceptos de la economía circular en el diseño de los equipos y obras de generación de energía. Y por ello, la apuesta del proyecto también es plantar la semilla de una nueva forma de pensar que modifique la forma de abordar el proceso de diseño del sector infraestructura.
Por ello, explica Fernando González, entre las cosas que buscan instalar con el desarrollo de este proyecto conjunto, está el transferir buenas prácticas de la economía circular al proceso de diseño y sumar valor generando soluciones con un bajo impacto ambiental, disminuir los desechos y considerar en sus soluciones de ingeniería la utilización de materiales reciclados, así como equipos de otros proyectos. “Estos pueden ser reacondicionados y utilizados nuevamente. En un proyecto en desarrollo estamos reutilizando equipos de otro proyecto, y con esta solución se logra disminuir el costo total del equipo y accesorios en un rango del 25% del valor con respecto a la solución sin reutilizar equipos”, afirma.
“El trabajo con Eurochile -agrega González- ha sido muy positivo porque nos ha permitido sumar nuevos conocimientos de los modelos de negocios circulares, y ampliar nuestras redes con empresas de Europa que han implementado modelos de negocios circulares. Este protocolo será muy positivo para nuestra propuesta de valor, dado que en las licitaciones en las cuales participamos, hay empresas internacionales que ya están aplicando modelos para medir la circularidad de los proveedores. Esto nos permitirá seguramente marcar una diferencia”.