La construcción actual focaliza su diseño en la salud, la sostenibilidad, la eficiencia… Desde la elección de los materiales hasta la iluminación, en contraposición con la luz natural, así como la integración de la naturaleza en el modelo constructivo, son elementos presentes los nuevos equipamientos sociales.
Fuente: Interempresas
De hecho, en centros hospitalarios y de salud la arquitectura puede ser vital, para garantizar una pronta recuperación de sus pacientes. Por este motivo, se apuesta por crear un espacio saludable y de bienestar, al que se integran sistemas eficientes y sostenibles que contribuyen, no sólo a generar una ventilación interior adecuada, sino que la integración de materiales orgánicos permite reducir la huella de carbono del propio edificio. En este sentido, la madera estructural entra con fuerza en el sector sanitario por sus alta prestaciones medioambientales, pero también en términos de eficiencia térmica y confort interior.
En centros escolares, por ejemplo, la durabilidad es una prioridad, al tratarse de espacio de alto tránsito, pero también la iluminación juega un papel vital para favorecer la concentración de los más jóvenes; mientras que, en residencias y centros para la Tercera Edad, la apuesta por materiales seguros que eviten accidentes, tanto en zonas privativas como en espacios comunes, es una de las prioridades en su diseño arquitectónico.
Distintas casuísticas con un mismo hilo conductor común de crear espacios habitables y vivibles, pero sobre todo disruptivos que ejemplifican una nueva necesidad social.