El material vuelve a las estructuras y envolventes de los edificios.
Fuente: El Economista
A mediados del siglo XX, la irrupción del acero y del hormigón armado desterró el uso de la madera, un material histórico, en la construcción de edificios destinados a uso residencial. Sin embargo, hoy está de vuelta gracias a la industrialización. La madera ha regresado a las estructuras y envolventes de los edificios de viviendas por su resistencia, durabilidad y sostenibilidad.
La vuelta de la madera se debe a dos motivos principales. El primero, la aparición de diferentes tipologías de maderas tecnológicas con capacidades estructurales muy elevadas y que permiten la construcción de edificios de varias plantas de altura con absoluta seguridad y garantía de durabilidad. El segundo, la necesidad de descarbonizar el sector de la construcción.
En materia de medio ambiente, el sector inmobiliario tiene la obligación de respetar el planeta y el uso de la madera es una de sus mejores cartas. Con este recurso natural, el real estate favorece el cuidado de los bosques y su regeneración asistida, evitando, por ejemplo, la devastación que los últimos incendios están provocando como consecuencia de la gran cantidad de combustible que se acumula en las masas forestales abandonadas.
En Aedas Homes realizamos el Análisis del Ciclo de Vida (ACV) de las promociones y comprobamos que con el uso de la madera en la estructura y envolvente del edificio reducimos en un 72% la huella de carbono generada durante la construcción si la madera al final de la vida útil de un edificio es reciclada, y en un 38% si es llevada a un vertedero. Y gracias a las mejores características aislantes las viviendas son mucho más eficientes energéticamente, reduciéndose la huella de carbono durante la vida útil de los edificios.
La razón de que la madera suponga el gran salto de la construcción hacia la sostenibilidad es tan evidente como que su fábrica es la naturaleza y es 100% reciclable al final de su vida útil y biodegradable. No solo no emite CO en su fabricación, sino que lo absorbe durante el crecimiento de los árboles, convirtiendo los edificios de madera en almacenes de carbono capturado. Su fábrica son los bosques y se gestiona de manera sostenible, certificada y amable con el medio ambiente.
Estas consideraciones son las que llevaron a Aedas Homes a fomentar el uso de la madera en las promociones hace más de un año. Llegamos a la madera a través de la industrialización, que ya de por sí genera muchos menos residuos, reduce los consumos energéticos y prácticamente no consume agua siendo, por tanto, mucho más sostenible que la construcción tradicional. Pero si en la construcción offsite utilizamos prioritariamente un material como la madera mejoramos enormemente la sostenibilidad medioambiental, descarbonizando de manera notable las obras.
Otra de las ventajas de la industrialización unida a la madera es la facilidad para reciclar los materiales, ya que todos sus componentes son fáciles de desmontar. En el caso de la madera este desmontaje es todavía más sencillo y permite darle un segundo uso al final de la vida útil de un edificio. Es, por tanto, también el camino hacia una economía circular en la construcción.
Pensando en el cliente, que la estructura y la envolvente de su vivienda esté formada básicamente por madera le aporta múltiples ventajas. La más importante, la seguridad que la madera tiene como material estructural: su buen comportamiento ante el fuego y ante los seísmos.
Pero también sus propiedades como aislante térmico. Hay otras ventajas intangibles en este material noble: ayuda a fabricar viviendas más confortables y saludables y con una mayor calidad estética y de terminación.
Atendiendo a todas estas consideraciones, Aedas Homes desarrolla ya cinco proyectos con estructura de madera. El más avanzado, Fioresta, en San Juan de Alicante. Una promoción de 51 viviendas en altura que combina la madera en la estructura y fachadas con la aerotermia como sistema de producción de agua caliente sanitaria y la calefacción por suelo radiante y la ventilación de doble flujo, lo que se traduce en alta eficiencia energética. En Fioresta, la madera ha permitido reducir el plazo de ejecución de las obras en un 30% y las emisiones de CO2 en un 72%.
Viendo todas las ventajas que supone la madera para la construcción, queda claro que está llamada a recuperar el protagonismo perdido. La revolución de la madera en la construcción ha empezado.
Columna escrita por José María Quirós, delegado de Industrialización de Aedas Homes