La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) pronostica un 40% de baja en la venta de departamentos y que 96 de las obras de construcciones del estado están abandonadas. No cabe duda que la pandemia congeló y creó crisis en diferentes sectores del país entre los años 2020-2021. Las constructoras no fueron la excepción, ya que durante las últimas semanas se ha podido presenciar una serie de dificultades en el rubro con problemas como escasez de mano de obra, inflación y lentitud en la distribución y logística de materiales para los diferentes proyectos.
Fuente: EMB Construcción
“La baja en el desarrollo de obras afecta en todas las áreas y es por esto que es importante ser eficiente, conocer los costos de las obras para poder sobrellevar la crisis”, comentó Javier Jauregui, Gerente General de Auranet. Si bien el mundo de la construcción siempre ha sido más conservador en la incorporación de tecnologías e innovaciones, el tema hoy en día ya se instaló en empresas constructoras, pero aún falta mucho por avanzar.
Los actores del rubro de la construcción coinciden en que los tiempos han cambiado y que para permanecer en el rubro, sin fracasar en el intento, es necesario ser competitivo debido a que los márgenes se han estrechado. Hoy, una parte importante de las constructoras de Latinoamérica entiende como necesario implementar el proceso de control de costos formalmente, como parte del quehacer constructivo.
“La falta de control dificulta el proceso, ya que un proyecto de construcción involucra gran cantidad de recursos en un corto periodo de tiempo. Hacer esto a mano o en planillas excel resulta realmente engorroso, por lo que es necesario el trabajo acompañado de algún software especializado y mano de obra calificada para lograr el éxito”, señaló Javier Jauregui.
Lo interesante es que se integra con el mundo de la contabilidad, remuneraciones, asistencias, biométrica y logra tener a la empresa en un solo software o ERP. Tomando esto en consideración, incluir tecnologías digitales de baja inversión como lo es Auranet, que se paga por cantidad de usuario y costo, es una de las oportunidades más grandes para las Pymes del sector de la construcción durante este periodo de baja, también garantizando un futuro más rentable en la empresa.