CDT Con el objetivo de generar ambientes que permitan aprovechar mejor los espacios reducidos, la iniciativa reemplaza la muralla tradicional para redistribuir y conseguir mayor funcionalidad dentro del hogar. Así el uso de la madera, además de práctica y decorativa, puede generar otras aplicaciones para situaciones diversas y específicas.
Fuente: Madera21
Dejando a un lado las catastróficas consecuencias sanitarias que la pandemia ha provocado, también podemos sumar otra secuela: la organización y convivencia en espacios reducidos durante períodos de cuarentena. En este ítem los más afectados han sido aquellos que no cuentan con una vivienda que permita la utilización de varios espacios al mismo tiempo, ya sea por lo pequeña de ésta o por la cantidad de personas que viven en ella. En otras palabras, la clase media y baja se vio sumamente perjudicada con la medida, sobre todo a la hora de congeniar el teletrabajo con el estudio de los hijos y con las horas de esparcimiento del núcleo familiar.
Ante esta realidad, las alumnas de Diseño de la Universidad del Desarrollo, Valentina López y Trinidad Alvarado —dirigidas por los profesores Sebastián Yurjevic y Valentina Mery—, llevaron a cabo un proyecto que tuvo como objetivo desarrollar elementos o espacios en el nuevo contexto nacional, el cual fue titulado “MUSU – Multi superficies casas SERVIU”.
Según cuenta Trinidad Alvarado, “nuestro enfoque siempre fue apoyar a aquellos sectores más vulnerables, brindándoles un artefacto multiuso. Es por eso que MUSU consiste en un soporte de madera multifuncional que puede ser utilizado en diferentes tareas dentro del hogar, redistribuyendo y entregando superficies para cada una de ellas, instalándose en las casas SERVIU en vez de una muralla tradicional”.
Debido a que se trata de modificaciones de una vivienda SERVIU —específicamente el modelo San Juan de la Costa 60—, surge la curiosidad de saber el rol que éste tuvo en el proceso. Al respecto, Alvarado enfatiza que se les permitió entender la nueva realidad de las familias que han perdido todo, entregándoles una muy buena disposición.
“Generalmente, estas casas son entregadas a familias que tuvieron que surgir por medio de pymes; niños que han tenido que realizar su colegio online e incluso abuelos que han pasado a tomar un rol fundamental en los quehaceres del hogar”, señala. Y remarca: “Es necesario poder entregar espacios cómodos y dignos a aquellos que han necesitado recurrir a medidas nuevas por esta pandemia. Cabe destacar que, al ser casas pequeñas, replantear el diseño interior puede impulsar un mejor flujo y desarrollo de actividades”.
El módulo está diseñado para ser insertado en los muros del comedor/cocina de la vivienda a través de perfiles metálicos, los cuales van previamente construidos. Aquellos serán también los receptores de distintos cortes de madera, uniéndose mediante otras piezas metálicas, tales como rótulas, fijaciones y ejes —que permitan el despliegue, extensión y giro de las diferentes superficies— para así generar los espacios múltiples.
La razón de la elección de los perfiles metálicos como esqueleto interno del proyecto, encuentra fundamento en su precisión, funcionalidad y potencialidad estructural, pues es necesario que pueda soportar el peso ejercido por las diferentes actividades que allí se realizarán.
En cuanto a la presencia de la madera, su relevancia y uso se explican mediante tres pilares esenciales. El primero guarda relación con su calidad estructural y material, el segundo por su elegancia estética y, el tercero, por su asequibilidad y costo más bajo.
Tal como complementa Alvarado, “la madera en este proyecto es fundamental para poder generar la calidez de una casa en donde conviven múltiples usuarios. Además, entrega un soporte biodegradable y amigable con el medio ambiente, por lo que en un futuro puede ser desechado de forma consciente. Para el proyecto se pensó utilizar maderas nativas, tales como roble, nogal, raulí, entre otros”.
El hecho mismo de integrar los espacios y no dividirlos —tal como hacen los muros convencionales—, da cuenta también de una preocupación por el núcleo familiar que allí puede residir, pues al contar con más sectores en común para compartir cómodamente el teletrabajo y los quehaceres domésticos, potencia la unidad y convivencia familiar.
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