El importante logro, que representa un avance significativo tanto para las tecnologías de captura como de secuestro de carbono, además de confirmar al hormigón como solución a la crisis climática, contó con la participación de tres firmas, las que complementaron sus procesos para realizar este ensayo.
Fuente: Hormigón al Día
Uno de los grandes desafíos que tiene la construcción con hormigón es el disminuir su huella de carbono. Para ello, se están desarrollando diversas tecnologías que permiten, por ejemplo, capturar CO2 y embeberlo en el hormigón durante su mezcla. En ese campo, uno de los casos más conocidos a nivel internacional -incluso, con presencia en nuestro país- es el de CarbonCure, firma que captura el dióxido de carbono en el material a través de la mineralización del carbono.
En el caso de esta tecnología, se requiere adquirir CO2 desde procesos industriales. El gas se almacena en tanques, los que después se instalan en la planta hormigonera para inyectarlos durante el proceso de fabricación del material.
Otra tecnología, que se encuentra aún en fase de desarrollo, dice relación con la captura de CO2 directo desde el aire, DAC en sus siglas en inglés. Es el caso de Heirloom, startup que construyó su propia tecnología -la primera en el mundo- para ese fin. El funcionamiento es relativamente simple: se utiliza caliza para remover el CO2 del aire. Luego, esta elemento se rompe para formar dos subproductos: rocas de óxido de calcio y CO2, en gas.
Buscando un objetivo común, ambas firmas -en conjunto con Concrete Center, una hormigonera de Estados Unidos- se unieron para realizar un ensayo para almacenar CO2 extraído desde el aire de manera permanente en el hormigón. El resultado, afirmaron las compañías, resultó un éxito.
Complementando el trabajo
Para lograr inyectar el CO2 capturado directo desde el aire, cada empresa que participó en esta demostración aportó al proceso con su tecnología, logrando así la producción de este hormigón especial. Así, el CO2 lo capturó Heirloom directo del aire en sus instalaciones ubicadas en Brisbane, California.
Una vez capturado el CO2, entró en acción CarbonCure que, con su tecnología de agua recuperada inyectó el carbono al proceso de recuperación de aguas en la planta hormigonera que Concrete Center en San José, California. Esta agua residual, que ya incorpora el CO2 capturado, se utilizó para la producción del material, quedando secuestrado de manera permanente.
Asimismo, se informó a través de una nota de prensa que el hormigón producido bajo esta tecnología se utilizará en una serie de obras en todo el sector de San Francisco. Los participantes destacaron además que el carbono queda capturado en el hormigón como carbonato de calcio, por lo que “no regresará a la atmósfera, incluso si el hormigón es demolido”.
Un futuro promisorio para el hormigón y las tecnologías de captura de CO2
El resultado de este ensayo dejó satisfechos a todos los actores involucrados. “Este proyecto -dijo Robert Niven, líder y CEO en CarbonCure Technologies- es un hecho significativo para la tecnología de captura de carbono a nivel global que confirma el gran potencial del hormigón como una solución que puede almacenar carbono de manera permanente en nuestra infraestructura, de calles y carreteras a hospitales y viviendas”.
Por su parte, Shashank Samala, CEO de Heirloom, subrayó que “la ciencia es clara: para alcanzar las metas propuestas para la mitigación del cambio climático, debemos sacar billones de toneladas de carbono de la atmósfera que ya se emitió. En ese sentido, este es un importante paso hacia el futuro y muestra la promesa de las tecnologías de extracción del carbono directo del aire (DAC) combinada con métodos de secuestro del CO2 inteligentes y permanentes”.
Al ser el segundo material más consumido por el ser humanos después del agua, ambos ejecutivos coincidieron en que el hormigón brinda un importante repositorio para el secuestro permanente de CO2. “Dado que las proyecciones señalan que el parque mundial de edificaciones se duplicará para el año 20260 -el equivalente a construir una ciudad de Nueva York todos los meses- el hormigón presenta una oportunidad clave para almacenar las inmensas cantidades de dióxido de carbono de nuestro ambiente constructivo”, explicaron.
Revisen más detalles sobre este proyecto en el siguiente video