Salgenx ha desarrollado una batería de flujo redox escalable con dos depósitos separados de electrolitos, uno de ellos de agua salada. El nuevo dispositivo carece de membranas, lo que promete grandes ganancias a nivel de coste nivelado de almacenamiento.
Fuente: PV Magazine
La empresa tecnológica estadounidense Salgenx ha presentado una batería de flujo de agua salada escalable para aplicaciones en energías renovables, torres de telecomunicaciones, bombas de pozos petrolíferos, bombas de riego agrícola e iluminación o riego de invernaderos. Las baterías son adecuadas para el almacenamiento autónomo o con energía solar o eólica.
“Es muy adecuada para el almacenamiento de energía solar, con la ventaja añadida del almacenamiento térmico solar en el depósito electrolítico de agua salada”, declaró el director general Gregory Giese.
Según el fabricante, la nueva batería tiene una densidad energética de 125,7 Wh/L. Requiere dos grandes depósitos llenos de electrolitos fluidos, uno de los cuales es agua salada y el otro un electrolito patentado. Los fluidos circulan por los electrodos, que regulan la entrada y salida de electricidad de la batería.
La solución puede ampliarse añadiendo más electrodos y depósitos de electrolitos. Salgenx también ofrece la solución en configuraciones de 250 kW, 3 MWh, 6 MWh, 12 MWh y 18 MWh. La batería de flujo no tiene membrana, a diferencia de la mayoría de las baterías de flujo redox.
“La ausencia de membrana ahorra enormes costes iniciales de compra, mantenimiento y consumibles”, afirma Salgenx.