Vitoria enfoca su modelo urbanístico hacia la preservación de suelo no urbanizado, la regeneración de barrios consolidados, la protección de sus pueblos, el equilibrio económico y la mejora de la salud y calidad ambiental.

Fuente: inmodiario

Así se ha aprobado el Documento de Criterios y Objetivos que servirá de base para la redacción del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y que da una vuelta al planeamiento de la ciudad, sin actualizar desde 2006.

El marco de referencia en el que se deben mirar y orientar las decisiones futuras del municipio viene reflejado en distintos estudios e instrumentos de ordenación territorial desde muy diversos organismos.

La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) entre otras estrategias plasmadas en las Directrices de Ordenación del Territorio fijan las claves globales a cumplir, estrategias con los cuales el compromiso de la ciudad es firme.

En este punto cabe mencionar que, si bien el marco en el que se desarrollan la mayor parte de las acciones de planificación urbanística dentro de la Agenda 2030 están relacionadas con el ámbito específico del ODS 11 “Ciudades y Comunidades Sostenibles”, hay que incidir en el carácter transversal de los ODS y del propio PGOU.

La preservación y protección del medio natural, tanto de sus elementos de mayor valor naturalístico como de los suelos de producción agrícola-ganadero, debe considerarse un objetivo primordial en la configuración del suelo no urbanizable, adaptándose a la regulación de los elementos que componen la Red Natura 2000, normativa sectorial como el PTS agroforestal, PTS de ordenación de ríos y arroyos o PTS de zonas húmedas.

Tal y como se desprende del trabajo de análisis de fases anteriores, se considera que el Plan vigente tiene sobredimensionada la capacidad residencial y de actividades económicas como para atender las necesidades futuras previstas para el periodo de referencia del futuro Plan General. Por este motivo, se considera oportuno reconducir el modelo hacia la preservación del suelo no urbanizado y reforzar las previsiones de actividades urbanas en la ciudad consolidada, reforzando el objetivo de ciudad compacta para una optimización del suelo y sus recursos.

ciudad

En consecuencia, la recuperación de los barrios por medio de operaciones de regeneración urbana y rehabilitación del patrimonio edificado deben ser señas de identidad del nuevo PGOU, combinando, a su vez, acciones en los suelos industriales que potencien su capacidad. Todo ello, orientado hacia una ciudad equilibrada y cohesionada.

Todos estos objetivos urbanísticos deben ir orientados a tener en cuenta la vulnerabilidad climática de la ciudad y establecerán criterios de planificación que den respuesta a las consecuencias de las alteraciones climáticas.

Por lo tanto, el PGOU mantendrá los objetivos estratégicos ambientales, económicos y sociales ya consensuados en los que se han estructurado los trabajos desarrollados hasta la fecha y que han tenido reflejo en el Avance, apostando por un modelo territorial contenido y no expansivo.

Así, los objetivos estratégicos sobre los que se fijan los criterios de base para la redacción del PGOU y que están alineados con las metas establecidas para los 17 ODS y por la Agenda 2030 son los siguientes:

1. Una ciudad compacta, compleja y cohesionada

2. Impulso y protección del medio rural y los pueblos

3. Puesta en valor del patrimonio natural, cultural y paisajístico

4. Un territorio sostenible y energéticamente eficiente

5. Equilibrio económico del territorio

6. Vitoria, de y para todas las personas (objetivo estratégico transversal a todos los anteriores)

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