El estudio Reef Design Lab creó y fabricó las unidades EMU, elementos prefabricados de hormigón con el que buscan mitigar la erosión producto del fuerte oleaje en el borde costero de Melbourne y también, recuperar el ecosistema de los arrecifes de coral en la zona, afectado por el cambio climático. Para la producción de estas unidades, el estudio utilizó un hormigón muy especial.

Fuente: Hormigón al Día

Dados los efectos del cambio climático en los ecosistemas marinos, especialmente en los arrecifes de coral, se hace necesario encontrar alternativas para recuperarlos. Sobre este tema, en la actualidad varias start-up llevan a cabo interesantes desarrollos, los que consideran el uso de hormigones tratados en su diseño para favorecer el crecimiento de biodiversidad al momento de instalar elementos como especies de arrecifes artificiales en las zonas costeras de distintas partes del mundo.

Un hormigón particular para la recuperación y preservación del borde costero

Asimismo, el uso de hormigón impreso 3D para diseñar elementos para que se transformen en arrecifes artificiales también genera un impacto positivo en el ecosistema marino. Gracias a esta tecnología, es posible fabricar arrecifes artificiales cuyas figuras emulen a los naturales, lo que favorece el crecimiento de la biodiversidad en la zona, además de generar barreras para mitigar el efecto del oleaje similares a las que se forman con los arrecifes de coral naturales.

Si bien el hormigón que se utiliza posee características especiales, en esencia, su diseño de mezcla no dista mucho del hormigón tradicional. Sin embargo, para Reef Design Lab -estudio originario de Melbourne, Australia- el reducir el impacto ambiental del material significó desarrollar un nuevo tipo de hormigón y para ello, utilizaron conchas de ostras recicladas como árido, generando así un material con menor huella de CO2 y así, producir elementos cónicos que se instalaron en la bahía de Port Phillip, cuya ribera se asienta en la ciudad de Melbourne.

Diseño optimizado para la recuperación de ecosistemas marinos

La idea detrás de la fabricación de estos elementos cónicos, bautizados por el estudio como “Erosión Mitigation Units” o EMU, es la creación de hábitats marinos sostenibles en el tiempo, a la vez que generar barreras que “reduzcan la fuerza del oleaje y prevengan la erosión a lo largo de la playa en Clifton Springs”, detalló Reef Design Lab en la descripción de los elementos.

Una de las particularidades que poseen los EMU es su forma, similar a un cono. El diseño de estos elementos -que se inspira en una flor de loto- se llevó a cabo a partir de un concurso internacional en el que se analizaron diversas figuras, decantando por este diseño ya que “reduce el número de materiales que se requieren para fabricar las unidades, al tiempo que mantienen su integridad estructural”, explicaron desde Reef Design Lab.

Asimismo, gracias a que el diseño incorpora pequeñas cavidades o “cuevas”, las que permitirán la formación de pequeñas colonias de peces y moluscos, tales como ostras y mejillones, los que pueden encontrar condiciones de crecimiento similares a las que se presentan en los arrecifes naturales gracias a la superficie de las unidades desarrolladas por el estudio australiano.

Prefabricados de un hormigón muy particular

Según reportó el portal Dezeen, las unidades EMU se colocaron a lo largo de la costa de la bahía de Port Phillip, unos 60 metros al interior del mar, en profundidades que van desde los 30 a los 130 centímetros, formando así una barrera permeable que reduce la acción erosiva del oleaje, preservando al borde costero.

El estudio comentó que cada elemento pesa alrededor de 1.800 kilogramos y tiene un ancho de 200 centímetros, por lo que puede resistir “oleaje fuerte y, además, se ancla de manera mecánica a la arena, por lo que queda fijado en su lugar”.

Para fabricar cada unidad, el estudio utilizó tanto softwares de análisis digital para el desarrollo de encofrados, como también, técnicas de vertido de hormigón tradicional. Usando ambas metodologías, se lograron producir encofrados prefabricados reutilizables en las instalaciones del estudio de Melbourne. “Esto significó un importante ahorro en la cantidad de cemento en comparación al uso de hormigón impreso 3D”, comentaron desde Reef Design Lab.

Las unidades EMU, que se instalaron durante el mes de octubre y se estudiarán durante los próximos cinco años, ya dieron muestras de su eficacia al notarse el aumento en la población de pequeños moluscos y esponjas de mar, como también la formación de pequeños corales, en su estructura, lo que da buenos indicios de la funcionalidad de estas particulares estructuras de hormigón.

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