Una tesis, desarrollada en Cementos La Cruz y en laboratorios de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), en Murcia, y el Instituto Eduardo Torroja del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), propone también utilizar la tecnología de fabricación aditiva para limitar hasta en un 90% la huella de carbono.

Fuente: 3D Printing Design

Cinco cementos distintos, elaborados a partir de residuos y materias primas de proximidad, con baja huella de carbono y cuya extracción produce impacto nulo o casi nulo en el medio ambiente, ha sido probado a escala industrial Víctor Martínez Pacheco en su tesis para demostrar la “viabilidad de reducir inmediatamente el consumo de clínker en la industria cementera”.

“Los cementos obtenidos son compatibles con todos los usos del cemento tradicional”, sostiene el autor de esta investigación de doctorado industrial, desarrollada en Cementos La Cruz y en los laboratorios de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y el Instituto Eduardo Torroja del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El cemento tradicional tiene como principal componente el clínker, un material sintético que requiere de altísimas temperaturas de cocción, por lo que su fabricación genera enormes emisiones de dióxido de carbono y hace que el cemento sea actualmente el responsable del 10% del CO2 que se emite en el planeta.

Cementos a base de residuos que reducen su huella de carbono gracias a la impresión 3D

La tesis ha buscado también encajes normativos para la adopción temprana de estos ‘cementos ecológicos’ en el sector de la construcción. Esta apuesta por la sostenibilidad incluye la adaptación de estos nuevos materiales a los procesos de impresión 3D del hormigón, incorporando también la transformación digital en esta industria.

“La impresión 3D puede ser la clave para reducir un 90% la huella de carbono de nuestros edificios, además de las ventajas de precisión, robotización, calidad laboral, optimización y diseño de formas de muy elevada complejidad que permite”, argumenta Martínez Pacheco.

La investigación sobre aplicaciones de fabricación aditiva con los nuevos cementos se ha llevado a cabo en el edificio del Laboratorio de Fabricación Aditiva 3DLAB de Cementos La Cruz, construido expresamente para esta investigación con cemento sin clínker y dotado con una impresora de hormigón de gran formato, con la que han podido explorar los límites en la reducción de huella de carbono y desarrollar nuevos sistemas constructivos que “cambiarán la manera en la que entendemos la industria de la construcción”, añade el arquitecto y ya doctor por la UPCT.

La tesis ‘Desarrollo de materiales cementantes de baja huella de carbono para aplicaciones en la industria de la construcción y adaptación para fabricación aditiva en arquitectura de bajo impacto ambiental’, realizada bajo la modalidad de doctorado industrial, ha sido dirigida por Carlos Parra, Ángel Palomo y Pilar Hidalgo.

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