Tecnología como el sistema BIM es cada vez es más utilizada por las desarrolladoras de viviendas y empresas de materiales.

Fuente: Infobae

La sigla BIM, que en inglés significa Building Information Modeling, y traducido al castellano es el Modelado Inteligente de Edificios, consiste en un software específico que permite a los diseñadores construir en la computadora maquetas tridimensionales con datos alfanuméricos asociados. 

“Por ejemplo: una pared no solo contendrá los datos de su geometría en 3D, sino que también le podremos asignar materiales y terminaciones para posteriormente realizar un cómputo y presupuesto automático. Tuvo su origen en el profesor e investigador Chuck Eastman, que comenzó a desarrollar estos sistemas de investigación, modelado sólido y paramétrico para la industria de la construcción en la Universidad de California, en Estados Unidos”, detalló el arquitecto Guillermo Winocur, de Arquicad.

Esta tecnología permite construir maquetas 3D del edificio final partiendo de objetos sencillos como muros, puertas, ventanas, losas, entre otros, hasta llegar a modelar formas orgánicas, que en la actualidad se están utilizando en proyectos de última generación.

El costo de aplicar tecnologías BIM en la construcción de viviendas no difiere mucho del costo de hacerlo con tecnologías CAD. Una licencia tiene un costo de U$S 2.350 + IVA y requiere de una PC estándar de características orientadas a la gráfica. Winocur, dijo, que, “habrá que tener en cuenta el costo inicial de reentrenamiento dado que se trabaja de forma diferente que en 2 dimensiones”.

Se trata de una de las innovaciones más importantes del sector, abre nuevas posibilidades, como la construcción automatizada de edificios, en la cual la producción industrializada de las partes y la robotización están permitiendo realizarlos en tiempos muy cortos y a costos muy bajos. También está naciendo un nuevo concepto, “el de gemelos digitales, creando representaciones de los productos e incorporando procesos, tomando datos de forma directa de los dispositivos físicos”, amplió Winocur.

na de las principales ventajas es que permitirá a las empresas detectar problemas con antelación y resolverlos rápidamente. Pueden avisar de cualquier futura avería, incidencia o anomalía en su funcionamiento interactuando directamente con los humanos. Incluso puede trabajar de forma autónoma al ser capaz de analizar una situación, proponer soluciones optimizadas y ponerlas en marcha.

Al diseñar el modelo del inmueble en 3D en la computadora antes de su construcción, permite conocer con precisión los materiales que se van a utilizar.

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Miami, un golpe duro

Los equipos de rescate trabajaron largamente en el derrumbe de un edificio de apartamentos en Surfside, Florida (EEUU), que dejó el saldo de varios muertos y desaparecidos.

El sistema BIM, muy tecnológico, en base a maquetas electrónicas, puede definir el correcto uso de todos los materiales, ladrillos, ventanas, entre otros. “Puede funcionar como un simulador de problemas, pero habrá que determinar bien lo que pasó en Miami. Lo cierto es que este software posibilita edificar en 3D una construcción y cómo respondería ante fuertes vientos, por lo cual, a futuro, ayudaría a reducir riesgos de derrumbe por diversas causas”, comentó Mariana Tambussi, socia gerente del estudio Tambussi-Kurcbart (Proyecto TK ) y docente de la Escuela de Actualización Profesional de la Sociedad Central de Arquitectos.

Los expertos argumentan que el BIM posibilita el proceso de construir antes de construir para poder tomar decisiones, testear y maquetar cualquier edificación como si fuera real, sin errores. Las tecnologías permiten generar y gestionar información en modelos tridimensionales compartir información (fabricantes de materiales sistemas, equipos, arquitectos, ingenieros, constructores, Facility Managers) y los procesos.

Tambussi, precisó, que, “en vez de dibujar solo líneas o formas en 2D o 3D, que representan algo, se visualizan y materializan: paredes, cerramientos, equipos, materiales y revestimientos. Cañerías, por ejemplo, que tienen volumen, pesan, tienen propiedades y precios. De esta forma se pueden extraer todo tipo de información de cómputos, costos, consumos de energía, cumplimiento de normas, simulaciones de funcionamiento, evacuación, ocupación, seguridad, y todo lo que necesitemos para tomar decisiones en cada etapa del ciclo de vida de un inmueble”.

En la desarrolladora Spazios, que edificó varios proyectos en la zona noroeste del Gran Buenos Aires, potencian su uso en el trabajo colaborativo, donde cada uno de los profesionales aporta la especialidad de su segmento al modelo 3D que está en la nube.

“Desde el inicio modelamos el terreno virtual, diseñamos detalles sobre el modelo y vamos incluyendo desde las cañerías de conexiones cloacales de la calle, hasta el toma corriente donde se va a enchufar el LED del logo corporativo. Esa construcción virtual del edificio se somete a una rutina de detección de errores y colisiones virtual, que se resuelven y se genera una nueva versión mejorada de sí mismo, así ensayamos la construcción del edifico, varias veces hasta la etapa final donde la obra virtual está perfectamente diseñada y lista para arrancar, explicó la arquitecta Carolina Carozza, vicepresidente de producción de la compañía.

Adoptaron esta metodología para diseñar y construir complejos de viviendas estéticos pero que a su vez tengan bajos costos de mantenimiento (que impacta directamente en las bajas expensas), algo primordial.

A nivel mundial, en España, Estados Unidos y Reino Unido se viene utilizando la metodología desde hace varios años, en nuestra región, Chile es uno de los países que viene trabajando de forma intensa a través de Plan BIM, que, “se aplica en proyectos de infraestructura pública. En Argentina se viene realizando un trabajo interesante en los últimos años, la provincia de San Juan efectuó su primer llamado a licitación pública bajo la metodología, y, en Mendoza se construirá así el nuevo edificio del Hospital Gailhac, en el departamento de Las Heras”, precisó Carozza.

Para los desarrolladores, el BIM facilita la comprensión de un proyecto y un mejor manejo de las expectativas hacia los clientes. Ahorra costos y optimiza el impacto financiero.

Tambussi, dijo, que, “finalmente ganan los usuarios finales que adquieran una propiedad trazada así. Que además son los que pagan los gastos del día a día, los que disfrutan la calidad constructiva y el bajo mantenimiento. Algo clave en estos tiempos para disfrutar su casa nueva, su lugar de trabajo y no padecerlo”.

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Las desventajas que observan los expertos, es que falta capacitación para el buen uso de esta herramienta tecnológica. “La buena noticia es que en las universidades, terciarios, entre otros lugares de estudio, se están formando profesionales con BIM”, añadió.

Conjuntamente con esta herramienta, se avanzó mucho en propuestas de trabajo colaborativo a distancia, aprovechando las posibilidades que da Internet para las comunicaciones, y la nube como repositorio de archivos que se pueden compartir en cualquier parte del mundo.
“A través de estas soluciones, un jefe de obra, puede ingresar un siniestro sobre el modelo 3D en su Tablet estando en la Argentina, e inmediatamente el arquitecto que está en Alemania puede verlo en su PC e informar de la misma manera como resolver el problema. Sólo con una interfaz gráfica en la que ambos ven lo mismo, y cada uno realiza la tarea que le corresponde”, concluyó Winocur.

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