En el sector de la construcción se utilizan diferentes tipos de mezclas de hormigones especiales, dependiendo de las necesidades propias de la estructura y el lugar en el que se edifican, con el objetivo de lograr un nivel de resistencia y viscosidad específica.
Fuente: Concretonline
Gracias a los avances tecnológicos en ingeniería civil y los materiales que se utilizan para las edificaciones, es posible encontrar actualmente hormigón autonivelante y autocompactante, que no son lo mismo y en Chryso te vamos a explicar todo sobre cada uno de ellos para que identifiques sus diferencias.
Hormigón autonivelante
Como hormigón autonivelante se conoce a la mezcla que se realiza a base de polímeros que cumplen la función de equilibrar o nivelar la superficie de este material. Su textura es bastante fina, lo que hace mucho más sencillo el vaciado en el encofrado porque le ayuda a fluir con facilidad.
Este tipo de hormigón es ideal para utilizar como base antes de vaciar mezclas de revestimientos para pisos o la aplicación de hormigón armado. Puede llegar a ser tan delgado como una hoja, con muy pocas pulgadas de grosor, al tiempo que resulta muy rápido y fácil de aplicar.
Usar hormigón o mortero autonivelante permite nivelar bien la superficie sin que se requiera el uso de la solera, así como equipos que resultan complicados y costosos. Además, con esto es posible que se alargue por mucho más tiempo la vida del suelo.
Antes de su aplicación es necesario preparar el pavimento, limpiándolo para evitar la posible formación de grietas y otros daños considerables del material. Cuando se vacía correctamente, alcanza una resistencia parecida a la del hormigón tradicional y puede durar muchos años sin necesidad de mucho mantenimiento.
Aspectos resaltantes del hormigón autonivelante
Esta mezcla se caracteriza por componerse de cemento, agua y arena con una granulometría muy delgada. Lo que lo convierte en hormigón autonivelante son los aditivos que se agregan, como el aditivo superplastificante, que le aporta más fluidez y un acabado mucho más nivelado.
Por lo general esta mezcla tiene polvo mineral, un agregado fino o grueso, así como un agente de expansión, cuyas dosificaciones son muy variadas, dependiendo de lo que se quiere lograr.
Esta mezcla posee un nivel de adhesión elevado, así como un poder de nivelación bastante efectivo y la aplicación de todos sus componentes debe ser llevada a cabo por personal especializado en la materia, para garantizar los mejores resultados posibles. Estos son los beneficios del hormigón autonivelante
El principal beneficio que tiene el hormigón autonivelante es que tiene una fluidez bastante alta, lo que permite su vaciado y compactación en cualquier tipo de superficie. Además, tiene una elevada adhesión que evita la segregación del hormigón.
El nivel de retención de agua de esta mezcla es alto, evitando así la humedad que produce encogimientos, agrietamientos, micro expansión o contracción durante la fase de endurecimiento de la mezcla, al tiempo que aporta más velocidad a la construcción.
Como es altamente resistente es muy duradero y fuerte al desgaste. Se puede reciclar y es ideal para conducir el calor hacia la parte de arriba para garantizar el efecto térmico máximo.
Posee una buena fuerza de agarre, por lo que es ideal para envolver las tuberías de agua caliente, en vista de que resiste la temperatura elevada.
¿Qué tipo de usos se le proporcionan a esta mezcla de hormigón?
El hormigón autonivelante se puede usar en interiores y en exteriores como revestimiento para pisos o baldosas, por lo que se vierte encima de un sustrato de hormigón o madera. También se usa como recubrimiento de un pavimento de hormigón existente que ya esté feo, agrietado o dañado.
Otro de sus principales usos es del su vaciado en áreas en las que existirá tránsito pesado, tales como estacionamientos, pisos industriales o cualquier superficie que se quiera igualar para su restauración, manteniendo la estética del pavimento.
Esto quiere decir que se usa para mejorar la base original de un pavimento, al tiempo que ofrece la posibilidad de cubrirlo con otro material para un piso totalmente nuevo.
Hormigón autocompactante
Tal como su propio nombre lo indica, el hormigón autocompactante se refiere específicamente a la mezcla de hormigón que tiene la capacidad de fluir natural y fácilmente en el interior del encofrado, lo que le permite pasar por medio de las barras de la armadura sin que se presente bloqueo o segregación, sin que haya compactación a escala externa o interna porque su propio peso hace que pueda lograr compactarse bien.
Propiedades del hormigón autocompactante
La principal característica del hormigón autocompactante es que tiene una consistencia bastante líquida, así como un elevado nivel de docilidad.
Generalmente se usa con una resistencia a la compresión que va de los 20 a los 50 N/mm2.
A diferencia de otros tipos de hormigón, éste tiene más contenido de pasta y un elevado desprendimiento de calor porque su mezcla posee una alta cantidad de cemento.
Dosificaciones adecuadas
Este hormigón se elabora con una serie de componentes esenciales, cuya dosificación debe ser adecuada. Además, se puede usar un cemento con el que se corrigen las fracciones muy delgadas de la arena para que la cantidad de finos sean de tamaño menor a 0,125 mm, con lo que logra la autocompatibilidad.
En relación con el cemento, la dosis adecuada se ubica de 350 a 500 kg por metro cúbico, pues en caso de que sea inferior a esto deben aplicarse aditivos activos inertes que incrementan los finos del hormigón. En caso de que la cantidad supere los 500 kg por metro cúbico se debe tener especial atención con la retracción del hormigón que se presenta en la mezcla.
El árido grueso, por su parte, debe contar con una medida máxima de 20 mm; sin embargo, se suelen utilizar áridos de 12 a 16 mm. Este material hace que el hormigón se desplace correctamente en el molde. El árido grueso, por su parte, debe contar con una granulometría equivalente a 2,5, como máximo.
El agua que se usa está entre los 150 y los 200 litros por metro cúbico, al tiempo que su relación con los finos debe ser de 0,9 a 1,05, que produce un hormigón poco cohesivo. En este caso es necesario usar un aditivo superplastificante en dosis de 1 a 1,5% sobre el peso que tiene el cemento. También se usan agentes modificadores de viscosidad.
Para conseguir que esos aditivos tengan un efecto en toda la masa, es necesario mezclar todo el hormigón durante un tiempo más prolongado del que se necesita a la hora de preparar el hormigón tradicional.
¿En qué se aplica este hormigón autocompactante?
El principal uso que se da a este tipo de hormigón es la elaboración de piezas de hormigón que tienen figuras complicadas, las cuales quedan con una superficie lisa muy agradable, sin ningún tipo de defecto.
Otro de los usos es la construcción de edificaciones grandes, como los túneles, los puentes, entre otras estructuras en las que los trabajos de compactación son un poco complejos.
Estos hormigones se fabrican generalmente en una central, donde se llevan a cabo las correcciones relacionadas con la cantidad de agua usada durante el amasado y se lleva un control de la granulometría de los áridos.
¿Qué diferencia al hormigón autocompactante del hormigón autonivelante?
La principal diferencia entre ambos tipos de mezclas radica en que el autonivelante tiene la capacidad de equilibrar la superficie del suelo, mientras que el autocompactante se compacta solo, sin necesidad de algún tipo de intervención en este proceso, pues esto es posible gracias a su propio peso.
Además, el hormigón autocompactante es muy fluido por las propiedades de los superplastificantes.
La puesta en obra del autocompactante tiene poca influencia en la calidad de la mezcla, mientras que en el autonivelante este proceso sí influye directamente en los resultados.