Pablo Ivelic, presidente del consejo directivo de Construye2025, comenta que la industrialización de faenas es un aspecto central para revertir este severo problema de la industria: la baja productividad.
Fuente: Pauta
Mayor rapidez, optimización de recursos, menor accidentabilidad de los trabajadores, aumentos de la productividad y reducción de los traslados horizontales y verticales de materiales y del personal. Disminuir la generación de residuos y generar labores más sustentables. El rubro de la construcción vive un punto de quiebre hacia la transformación de sus procesos y, en ese contexto, la industrialización aparece como un camino que hay que tomar.
Esa es al menos la visión que entrega Pablo Ivelic, presidente del consejo directivo de Construye2025. De acuerdo con cifras de la organización, comparando el levantamiento de obras tradicionales con las industrializadas, se requiere entre 34% y 50% menos de trabajadores en estas últimas.
Para contextualizar, el programa Construye2025 nació en 2016 como una alianza público-privada financiada por Corfo. “Lo que busca es articular a todos los actores, como empresas privadas, entes públicos, academia y trabajadores, para transformar la industria de la construcción en una industria más productiva y sustentable. Tenemos varios ejes estratégicos de trabajo, entre ellos la industrialización, la gestión de residuos de demolición y de construcción, la innovación y la digitalización”, dijo Ivelic.
El diagnóstico, según Ivelic, es negativo. “Lamentablemente, en términos de productividad no es muy auspicioso. Desde 2000 a 2018 la economía en Chile aumentó su productividad en un 20% y la construcción, durante ese mismo período, estuvo estancada. Es decir, no generó mayor valor por hora hombre trabajada. Nuestro rubro ha estado caracterizado por procesos más tradicionales, un quehacer un poco más artesanal y nos vemos en la obligación de transformar nuestro sector en uno más productivo y sustentable”.
Con industrialización, Pablo Ivelic, se refiere a la incorporación de maquinaria para producir grandes volúmenes de estructuras. “La industria ha sufrido, en el buen sentido de la palabra, procesos de industrialización antaño. Hoy el gran paso, el clave, y que nos puede generar un aporte significativo en productividad es la industrialización, entendida como trasladar la mayor cantidad de partidas que se ejecutan en una obra a una fábrica y, con eso, trasladamos el problema no a un sitio que es complejo de administrar, que tiene poco espacio y que es dinámico, sino a un ambiente de mayor control. Y transformamos el problema de construcción en uno de logística y de montaje”.
Retomando las cifras de menor mano de obra que calcula Construye2025 en un escenario industrializado, Ivelic apuntó a que ese porcentaje es de menos trabajadores en obra. “Si se trasladan las partidas, si se traslada la ejecución, parte, no el 100%, de esos trabajadores, tienen un puesto laboral en las fábricas. La gracia de trasladar las partidas es que al disminuir la cantidad de personas en obras tienes menos supervisión que contratar, menos instalaciones de faena, menos consumo en obra y, súper relevante, menos exposición al riesgo”.
¿Habría impacto laboral? “Sí hay una reducción de empleo. Ya que el ambiente de una fábrica tiene mayor control, se eliminan muchos traslados horizontales, pero sobre todo verticales de los materiales y del personal, por lo que los rendimientos son mejores, ya que en una fábrica todo es en el plano. Y tienes la posibilidad real de automatizar los procesos, es decir, incorporar maquinaria o robotizar ciertos procesos constructivos gracias a la producción en serie. En virtud de lo anterior, es por todo eso que la productividad mejora. Un rendimiento por hora-hombre trabajado es mucho mayor. Se producen más elementos -baños, tabiques, cocinas, elementos modulares completos- con menor necesidad de mano de obra”.
Ivelic citó el caso de Singapur. “En diez años, aplicando procesos de industrialización, aumentó su productividad en un 20%”. El ejecutivo recordó que Singapur llevó adelante un programa de industrialización en la construcción con el único objetivo de disminuir las tasas de accidentalidad.
Pablo Ivelic sumó otro factor determinante para avanzar en la industrialización de la construcción: la sustentabilidad de los procesos y la disminución en la generación de residuos. “El 35 % de todos los residuos que se generan en el mundo provienen de la construcción y de la demolición, y Chile tiene una tasa de generación de residuos un 50% más alta que la de los países desarrollados. La industrialización de la construcción, que permite incluso realizar hasta el 100% de los trabajos en un sitio de mayor control, reduce la generación de residuos”.