CDT El prototipo de aula del proyecto Future Edu Space, que cumplirá un rol de transferencia tecnológica, está diseñado en madera con muros de CLT y vigas de madera laminada encolada y presenta altos niveles de confort térmico, lumínico, acústico y de calidad del aire. Completamente diseñado mediante tecnología BIM y realidad virtual, las obras comenzarán durante el segundo semestre 2021.
Fuente: Madera21
El proyecto de espacio educativo escolar Future Edu Space se basa en la necesidad de repensar la infraestructura escolar. Promueve la flexibilidad, adaptabilidad y variedad en el uso del espacio para desarrollar diversas metodologías o estrategias alineadas con las habilidades de aprendizaje del siglo XXI.
La iniciativa nació a finales de 2018, cuando las investigadoras Dra. Piderit y Dra. Trebilcock de la Universidad del Bío-Bío, quienes tenían una amplia trayectoria en investigación en espacios educativos y en asistencias técnicas para la División de Infraestructura Escolar del Ministerio de Educación, vieron en la convocatoria de fondos para la innovación del Gobierno Regional del Biobío una oportunidad: innovar en el diseño de espacios educativos escolares, promoviendo nuevas metodologías de aprendizaje. Al mismo tiempo, sus objetivos engloban alcanzar la sustentabilidad a través del uso de la madera y altos niveles de confort térmico, lumínico, acústico y de calidad del aire.
De esta forma, la propuesta tiene como propósito desarrollar un paquete tecnológico y un Prototipo de Espacio Educativo Demostrativo que promueva prácticas educativas innovadoras en el ámbito escolar.
El prototipo pionero en el país, que cumplirá un rol demostrativo y de transferencia tecnológica, se construirá en el campus Concepción de la Universidad del Bío-Bío, institución que ha llevado adelante esta iniciativa.
Completamente diseñado, tanto en planimetría como en BIM, el proyecto estuvo a cargo de los arquitectos Alejandra Bancalari, Carlos Coronado y Valentina Chandía, y se espera que las obras comiencen durante el segundo semestre 2021.
Además de arquitectos, el proyecto ha sido desarrollado de manera interdisciplinaria por especialistas de diseño, educación, ingeniería en madera, iluminación natural, iluminación artificial, ventilación, acústica, acondicionamiento térmico interior, especialista BIM e ingenieros estructurales, entre otros. Además de este grupo, también ha participado la comunidad educativa, quienes se integraron a través de talleres de co-diseño, y profesionales de las empresas madereras de la región.
El espacio está diseñado con una planta cuadrada que no tiene una jerarquía sino que promueve distribuciones donde los estudiantes sean los protagonistas de su proceso formativo y no el profesor. Uno de sus muros es plegable, lo que permite abrirse al espacio contiguo, normalmente patio interior o pasillo, mientras que sus dos muros interiores tienen un “espesor” constituido por mobiliario integrado (repisas, escritorios, puff para sentarse, pizarra, etc). Además, son activos para permitir múltiples opciones.
Desde los inicios, se propuso que tanto la arquitectura como el mobiliario escolar fuese en madera, por sus ventajas en los espacios educativos. Numerosos estudios sostienen que los estudiantes en aulas de madera experimentan un mayor rendimiento y relajación que en lugares construidos con otros materiales.
De esta forma el espacio se configura por muros de CLT y vigas de madera laminada encolada conformando una estructura principal de marcos, los cuales son el soporte de las cerchas de madera de pino aserrada que constituyen la cubierta. Los muros de CLT quedan a la vista en el espacio interior y por fuera estarán revestidos por un entablado de madera termomodificada.
Junto con el buen desempeño térmico, el muro envolvente también presenta una buena calidad acústica, ya que se diseñaron paneles acústicos revestidos con placa de MDF perforado en un sistema de paneles móviles que además dan flexibilidad al espacio.
Para su diseño, no solamente se ha utilizado tecnología BIM, sino también realidad virtual a través de cascos inmersivos. “En eso el proyecto ha sido también innovador, ya que durante el proceso de diseño se han realizado sesiones virtuales a través de cascos inmersivos, lo que ha permitido recorrerlo arquitectónicamente, evaluar inconsistencias entre las especialidades y discutir soluciones de manera integrada”, explica Trebilcock.
Esta propuesta es parte de un proyecto mayor financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R) de la Región del Biobío con el fin de contribuir a mejorar la calidad de la educación escolar.
Con este fondo se financiará no solo el diseño y fabricación del prototipo, sino también la elaboración de una “Guía Para La Innovación Escolar En Espacios Educativos” y un “Manual De Diseño De Espacios Educativos Escolares Innovadores”.
Además, como un elemento clave para avanzar en mejorar la calidad de los espacios educativos, se realizarán cursos de capacitación en la temática orientados al mundo escolar (educadores, directivos y sostenedores), a los profesionales del área arquitectura y diseño, y a los empresarios del mundo de la construcción y madera.
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