Nos acercamos a un nuevo aniversario del último “gran” terremoto que removió a gran parte de Chile, dejando en el suelo varias edificaciones de baja y gran envergadura.
Fuente: EMB Construcción
No es difícil que se nos venga a la cabeza el lamentable desvanecimiento del edificio de Concepción y varias otras construcciones más. Pero, ¿qué paso ese día con esas construcciones?
La calidad de los materiales, el estudio de suelo, y muchos otros componentes más relacionados al diseño como también al proceso de ejecución de los proyectos, donde probablemente, algunos no fueron inspeccionados.
Si bien, Chile es uno de los países con más altos estándares de construcción (específicamente para soportar fuertes terremotos), aún no es suficiente. Es por eso que el acompañamiento de las Inspecciones Técnicas en el proceso de construcción de un inmueble se hace imperativo.
Hacer que se cumplan las regulaciones y certificar que las edificaciones cuentan con la normativa vigente, resulta de gran valor para evitar desastres de tal envergadura. La gran pregunta que muchos se hacen es si Chile está preparado para volver a vivir un terremoto de la magnitud del que sucedió en 2010.
En palabras de Luis A. Moya, gerente general de TEKNO INSPEC Ltda., “en Chile aún quedan construcciones de larga data (adobe) o con estructuras antiguas que no poseen diseños o materiales contemporáneos de hormigón armado, donde las primeras poseen un riesgo importante ante potenciales sismos o terremotos.”
“Lo importante es que, desde el 27F, las normativas que regulan el diseño estructural y construcciones han continuado evolucionando y mejorando”, agrega Moya. El experto explica que se han incorporado datos y estudios que han proporcionado los mismos “eventos sísmicos” y estas actualizaciones junto con otras permiten que las estructuras respondan mejor y no colapsen, donde las terminaciones (reemplazables) puedan sufrir daños sin afectar a las personas.
El ejecutivo destaca que algo importante y que falta por mejorar en vísperas del aniversario del 27F es que todas las construcciones en Chile estén sometidas a controles y servicios integrales de verificación y chequeos en sus diferentes etapas de ejecución, para reducir al mínimo la posibilidad de error o alteración en el diseño y/o ejecución, y así evitar catástrofes como la ocurrida en nuestro país hace 13 años.