Nueve estudiantes del departamento de Ingeniería Civil vivieron la experiencia de ayudar a la comunidad en relación a las instalaciones de sistemas de agua potable rural (APR) de la provincia de Limarí, durante sus prácticas de verano 2023.

La experiencia fue posible gracias a la gestión del profesor Adolfo Ochoa, académico del área de Estructuras del departamento, junto a la directiva de la asociación gremial del APR de Limarí, encabezada por Luis Alfaro, quien comenta que a partir de visitas a terreno realizadas en el año 2021 constataron que la IV región es una de las dos regiones con mayores problemas de abastecimiento de agua potable en zonas rurales, por lo que empezaron a surgir ideas para superar las brechas existentes, generando las oportunidades para que estudiantes del departamento conozcan la realidad del país y vuelquen sus capacidades, habilidades y conocimientos en beneficio a estas personas. 

Los estudiantes tuvieron la oportunidad de estar en los siguientes APR: Las Breas (165 familias), Serón (330 familias), Higueritas Unidas (105 familias), Santa Catalina (152 familias), Nuevo Futuro (311 familias), Camarico Chico-Camarico Viejo (152 familias), Flor del Valle-Agua Chica (401 familias), El Maqui-Pampa Grande (250 familias), Ramadilla (119 familias) y Barrancas-El Chineo- La Fragüita (276 familias).  

En cada localidad, los y las estudiantes se alojaron en casas de familias durante el mes de febrero, por lo cual compartieron con las comunidades y se insertaron en ellas, colaborando constantemente con su conocimiento en la gestión de APR. A grandes rasgos, levantaron información de terreno lo que les permitió confeccionar planes de redes, layouts de los sistemas de producción, manuales de operación, trazado de amplificaciones requeridas para nuevas conexiones, entre otros aspectos. 

A continuación, 4 estudiantes involucrados compartieron su relato sobre esta experiencia: 

¿Qué te motivó a participar en este tipo de prácticas?  

Ignacio Morales, estudiante de la mención Ingeniería Hidráulica, Sanitaria y Ambiental  comenta que “como estudiantes de ingeniería tenemos un rol social importante que cumplir, porque […] nuestro trabajo afectará directamente a las personas” junto a la necesidad de romper con su propia “burbuja”, conociendo así otras realidades, como la de las personas afectadas por la crisis hídrica que atraviesa el país, fueron sus principales razones para tomar esta práctica. 

Por otro lado, Marianne Gudenschwager, estudiante de plan común de ingeniería civil, confiesa desde un ámbito más personal, que eligió ser parte de esta oportunidad por la experiencia que tiene con su madre, quien vive en una zona rural en Temuco donde el sistema APR funciona “bien”, pero “he visto otros APR donde, […]terminan siendo vecinos sin conocimientos los que se hacen cargo, entonces me surgió la necesidad de ir a aprender del tema y poder ser un aporte”, agrega. Sumándole que diversas fuentes le han expresado que las prácticas son las mejores instancias educativas para conocer el quehacer ingenieril.  

Ignacio Morales, Marianne Gudenschwager y Maximiliano Montes

¿Cómo describirías tu experiencia?  

De alguna manera yo creo que bonita sería la mejor palabra para resumir la experiencia, algo que me marcó. Hoy en día mantengo contacto con la gente que conocí allá, súper gratificante” indica Maximiliano Montes, estudiante de la mención Estructuras y Construcción. 

Marianne también describe su experiencia como “entretenida”, ya que los sacaron de la comodidad de sus hogares y los llevaron a vivir un mes con otras familias. “Aprendí mucho del lugar, de ellos y creo que fue súper importante ir allá, porque estando ahí uno puede ser realmente parte del equipo y sentirse parte del sistema. No es algo inmediato, pero después de un tiempo uno se da cuenta”, comenta. 

¿Te ayudó en tus estudios?  

Maximiliano, estaba en búsqueda de un tema de tesis previo a la práctica en APR. Dado que su área de estudio es Estructuras, Construcción y Geotecnia (ECG), no veía futuro haciendo su práctica en la temática de recursos hídricos. Sin embargo, se sorprendió al notar que si podía ser un aporte desde su expertise, luego de hablar con profesor Ochoa, quien también se desempeña en este sector de la ingeniería. Actualmente se encuentra trabajando en su memoria, llamada “Estudio y diseño de infraestructura para mejoramientos de sistema APR Ramadilla y APR Las Barrancas-El Chineo-La Fragüita de la comuna de Combarbalá, IV región de Coquimbo”. 

¿Crees que es un aporte a la educación en ingeniería? ¿Por qué?  

Marianne, agrega que su trabajo “era hacer un catastro de todo lo que ocurría en el APR, mapearlo y dejarles un plano de la red, ya que ellos no sabían donde estaba al estar enterrada, entonces nosotros fuimos con un GPS trazando puntos y construyendo la red. Nosotros tenemos los conocimientos teóricos, pero nos cuesta aterrizarlos rápidamente a soluciones y es en esto en lo que nos ayuda”.  

Definitivamente es un aporte, ya que al estar en terreno relativamente solos, es necesario aplicar los conceptos que aprendimos  antes y comunicarlos con personas que no necesariamente entienden de ingeniería, por lo que se aprenden cosas que no se pueden aprender en las aulas” comenta Gustavo Urbano, estudiante de la mención Ingeniería Hidráulica, Sanitaria y Ambiental 

Gustavo Urbano y Marianne Gudenschwager

¿Lo recomiendas?  

Yo lo recomiendo totalmente, le diría a mis compañeros más jóvenes que se atrevan porque es un desafío distinto” contesta Maximiliano Montes, “es muy enriquecedor para la parte personal, conocer gente, ir a la zona, al menos yo no conocía esta realidad, es una buena experiencia de vida”. 

Luis Alfaro, presidente de la asociación gremial del APR en la provincia de Limarí, comenta que la participación de los estudiantes tiene un valor inmenso, tanto para ellos como para la gente que se ha visto beneficiada, ya que la instancia permitió que dichas personas conocieran los funcionamientos de sus sistemas y ganarán conocimiento a partir de profesionales que han dispuesto de su tiempo. Además agrega que estaría encantado de que la iniciativa se implementara a nivel país, ya que los estudiantes se alimentarían de conocimientos, no solo laborales y prácticos, sino también obtendrían conocimientos de vida, de sacrificio, de cosas que jamás en su vida imaginaran saber, esto se obtiene viviendo en contacto con la gente de zonas rurales, que viven de la tierra, de sus animales y que cuentan con conocimientos de sus ancestros, cosa que no se logra en ninguna universidad.  

El Departamento de Ingeniería Civil hace un llamado a la comunidad civil a participar de estas oportunidades, aportar a la sociedad y avanzar como profesionales y personas.  

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