CDT Con 29 metros, el puente para ciclistas de Nijmegen es –hasta ahora– el más largo impreso en 3D. Fue construido en un centro de impresión y posteriormente ensamblado en el sitio.
Fuente: 3D Natives
Después de varios meses de trabajo, la ciudad de Nijmegen ubicada en los Países Bajos, ahora cuenta con un puente para ciclistas impreso en 3D que sería uno de los más largos hasta la fecha. Inaugurado a principios de septiembre, el puente mide 29 metros y fue fabricado en el centro de impresión 3D de Saint-Gobain Weber Beamix, que incorpora varios brazos robóticos BAM. Lo llamativo de esta estructura es la forma en que fue diseñada: se basaron en un software de diseño paramétrico que permite optimizar el material o el tiempo de impresión, entre otras cosas, siempre teniendo en cuenta las cargas aplicadas (número de bicicletas, peatones, peso, etc).
Detrás de la estructura hay un trabajo de colaboración entre varios socios, incluida la Universidad Tecnológica de Eindhoven (UTE) y el arquitecto Michiel van der Kley. Los equipos dividieron el puente en varios bloques impresos en 3D, ensamblados directamente en el sitio para mantener la simplicidad. Bert Velthuis, del Ayuntamiento de Nijmegen, comentó: “La ciudad de Nijmegen se siente muy honrada de incorporar este innovador puente impreso en 3D. Somos una ciudad llena de puentes, y esta estructura especial e innovadora es una maravillosa noticia. El puente es pura conexión: en la fase de diseño y construcción, unió a los diferentes socios y, a partir de ahora, el puente conecta a nuestros ciudadanos”.
El puente de 29 metros de largo se integra a la perfección con el entorno, pues el arquitecto ha querido darle formas redondas y naturales. Estos patrones no se pudieron obtener con otra tecnología aparte de la impresión 3D. Los diversos miembros del equipo esperan llevar más allá la fabricación aditiva de hormigón y ofrecer más construcciones impresas en 3D. Theo Salet, profesor de estructuras de hormigón en la UTE, concluye: “La impresión 3D de hormigón tiene un enorme potencial de crecimiento. Usamos menos materias primas porque la máquina solo agrega el hormigón necesario para la construcción. También podemos aumentar significativamente la velocidad de fabricación. En el futuro, queremos hacer que el hormigón sea más duradero y poder reutilizarlo. Aún así, queda mucho por hacer. También estoy orgulloso de que el conocimiento que desarrollé se abrió camino en la industria tan rápidamente”.
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