Con un alto estándar de equipamiento y confortabilidad para el aprendizaje, el proyecto contempló renovar el establecimiento “Los Muñequitos”. Un recinto de Cauquenes con más de 44 años de historia. Con 946 m2 y hecho completamente de madera, es el primero de cuatro trabajos de este tipo erigiéndose a nivel nacional por parte de la JUNJI, siendo las primeras obras públicas llevadas a cabo con esta metodología constructiva en Chile.

Fuente: Madera21

Según estudios internacionales, el entorno educativo influye directamente en el bienestar y en la capacidad de aprendizaje, pues aquello aumentaría su productividad, su rendimiento, su imaginación e, incluso, ayudaría a que éstos puedan dormir mejor. 

Jardín infantil construido con paneles de CLT se alza como uno de los más modernos del Maule

Llevándolo a la construcción misma y, tras revisar lo que dicen los expertos, para que una infraestructura educacional pueda considerarse de calidad debe cumplir con, al menos, los siguientes requisitos: condiciones de comodidad para los estudiantes, docentes y administradores, espacios para el desarrollo de ensayos y prácticas y, por último, áreas que posibiliten el talento, el entretenimiento, el deporte y la cultura.  

El CLT tiene propiedades como la seguridad sísmica, la hermeticidad y la resistencia ante emergencias de incendio / Jorge Calderón

En el caso del nuevo jardín infantil “Los Muñequitos” —proyecto de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI), llevado a cabo en Cauquenes (Región del Maule)—, los requisitos anteriores se cumplen y la obra, junto con haber sido construida totalmente con paneles CLT de pino radiata producidos por Niuform, consideró la climatización de ambientes con aire acondicionado, ventanas térmicas de PVC, accesibilidad universal, salas de expansión, bodegas y una serie de espacios exigidos por el Ministerio de Educación, convirtiéndose en la más moderna de su zona. 

De esta manera, con 946 m2, tiene capacidad para albergar a 110 preescolares, además de las educadoras y técnicos en atención de párvulos, administrativos, auxiliares y manipuladoras de alimentos. 

Respecto a la elección particular de la madera para su remozamiento, pues el lugar tiene 44 años de historia, el gerente de Crulamm, la empresa a cargo de los trabajos, Jorge Calderón, señala que “fomentar el uso de la madera obedece a un programa de Corfo en la zona centro sur de Chile llamado Programa de Alto Valor de la Madera y, una de las áreas identificadas donde se aplicaría, ya sea por la industrialización, por sus cualidades del material madera o por sus ventajas de sostenibilidad, es la construcción. La madera tiene, asimismo, numerosas ventajas propias del material, por ejemplo térmicas, de resistencia al fuego y la antes mencionada referida a la industrialización. Justamente, una brecha que era necesaria de salvar y de apoyar”.

CLT utilizado por primera vez en un proyecto de obras públicas

El CLT no es sólo un material de construcción ni un sistema estructural, sino que también es un sistema constructivo que incluye la estructura y toda la envolvente, como cerramientos y cubiertas. Tiene propiedades que incluyen características como la seguridad sísmica, la hermeticidad, la resistencia ante emergencias de incendio y cualidades únicas de aislación y ventilación. 

Una de las bondades más relevantes del CLT es su aislación térmica, mucho mayor que la del hormigón / Jorge Calderón

Teniendo en cuenta que es la primera vez en Chile que se utiliza CLT de forma pública y para un proyecto educacional de este tipo, no es de extrañar que sea un gran orgullo para la región. Sobre todo teniendo en cuenta que el histórico establecimiento tenía dependencias muy antiguas, las cuales fueron totalmente renovadas mediante una gran y moderna estructura. 

“El CLT es, prácticamente, un contrachapado fabricado de tablas de 20, 30 o 40 mm de espesor y no de láminas de escasos 2 a 3 mm, como era conocido hace algunos años. Además, hoy tiene dimensiones muy superiores, siendo, en este caso, de tamaños transportables, lo que lo limita a esos tamaños. Estos tableros con “esteroides” son los que llegan a los sitios de construcción para realizar el montaje en un proceso muy rápido, planificado de manera previa y meticulosamente. Ésta es la ingeniería del proyecto, es decir, industrialización llevada a su máxima expresión. Eso es el CLT”, recalca Calderón. 

El gerente comenta que el CLT llega ya manufacturado y listo para ensamblarse a la obra, siendo la correcta manipulación del elemento, y no mojarlo en demasía, los principales cuidados. En cuanto al levantamiento del jardín en específico, éste se erigió en diez meses; plazo inferior en un 30% a los procesos tradicionales. Hoy esos tiempos son notoriamente menores, pues, por ejemplo, un montaje de CLT en una casa de 100 m2 es posible realizarlo en cuatro o cinco días. 

“El CLT surgió en Europa hace 35 años y, antes las ventajas ya descritas, sobre todo al compararlo con otros sistemas tradicionales como el hormigón o el acero, era el momento de impulsar su uso en Chile de esta manera”, dice el profesional de Crulamm. 

Ventajas de un centro educativo fabricado con esta metodología

La renovación del recinto es un proyecto de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) / Jorge Calderón

Si bien es cierto que se habla mucho de las ventajas del CLT, pruebas realizadas en Chile así lo demostraron en 2011 y 2012. Por ejemplo, en seguridad sísmica, comparando los resultados obtenidos en Europa, su hermeticidad es producto del contrachapado y del adhesivo que colabora en este aspecto. Asimismo, su buen comportamiento frente al fuego —al combustionar, se carboniza a una velocidad predecible— hace que cumpla con los requerimientos normativos y de seguridad. 

No obstante, una de las bondades más relevantes es, sin duda, su aislación térmica. Tanto, que, al ser de madera, la suya es 18 veces mejor que la del hormigón; sin contar que es un material renovable, proveniente de bosques sustentables y que captura C02. Por lo mismo, el hecho de mantener un espacio cómodo para, en este caso, los infantes, ayuda en el proceso de aprendizaje, manteniendo un ambiente confortable y estable con un consumo de energía mínimo, optimizando la atención y generando menos ausencias, al haber menos cambios bruscos de temperatura y propensión al contagio de enfermedades. 

En cuanto a los requerimientos solicitados —acceso universal, bodegas, diversas salas y cantidad de m2 por usuario—, Jorge Calderón asegura que el CLT no limita al proyectista, constituyendo una óptima solución a las exigencias, ya sean normativas o espaciales, de la arquitectura. 

El proyecto de la Región del Maule se erigió en 10 meses  / Jorge Calderón

“El uso de aire acondicionado para climatizar estas obras con un excelente aislamiento, demandan un bajo consumo de energía, sin sacrificar su confort. Por ello su uso. Las ventanas termopanel vienen como requisito del sistema constructivo, pues no cometeríamos el error de especificar ventanas convencionales teniendo muros de CLT. Dicho de otra manera, son jardines de alto estándar y de bajo consumo energético u operación para mejorar notablemente el aprendizaje”, finaliza. 

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