CDT Como proceso en sí mismo, la fabricación aditiva ya representa un medio de producción más sostenible. Esto se puede apreciar en el hecho de que la impresión 3D reduce el desperdicio de material desde el principio.
Fuente: 3D Natives
En los últimos años, ha quedado claro que la atención se centra ahora en la optimización del producto, así como en la cadena de suministro de fabricación aditiva. Además del objetivo de crear y automatizar máquinas para que sean más eficaces en la producción en serie, hay otros aspectos que están contribuyendo a consolidar la presencia de la tecnología 3D en la Industria 4.0. La sostenibilidad también se está convirtiendo en un foco principal en este campo. Pero, ¿qué exigencias se les plantea a las empresas? ¿Cómo están afrontando los retos actuales y de futuro?
Como proceso en sí mismo, la fabricación aditiva ya representa un medio de producción más sostenible. Esto se puede apreciar en el hecho de que la impresión 3D reduce el desperdicio de material desde el principio. La capacidad de utilizar el diseño generativo también desempeña un papel importante en términos de optimización de las piezas, y es una de las principales ventajas de la impresión 3D en comparación con los métodos de fabricación tradicionales. Además, una impresora 3D permite la fabricación bajo demanda. Esto no sólo ahorra tiempo, sino que también elimina la necesidad de largas rutas de transporte y zonas de almacenamiento, reduciendo así la huella de CO2.
Sin embargo, la propia tecnología 3D también tiene cierto impacto en el medio ambiente. La Agencia Federal Alemana de Medio Ambiente ha publicado un informe para evaluar el impacto medioambiental de la impresión 3D, en el que se examinan los efectos directos e indirectos. El informe señala los elevados requisitos energéticos, así como los contaminantes que se producen en el interior. La extracción de materias primas para cubrir las necesidades de material también tiene cierto impacto en el entorno. Sin embargo, la organización medioambiental ve gran potencial en la aplicación de nuevos conceptos de reciclaje. Las piezas impresas en 3D podrían, por ejemplo, reciclarse más adelante y transformarse en filamentos.
Fundada en 2019, la organización sin ánimo de lucro AMGTA (Additive Manufacturing Green Trade Association) mostró que los principales actores de la fabricación aditiva estaban muy dispuestos a posicionarse en términos de sostenibilidad. La ONG tiene como objetivo dar a entender la impresión 3D como una alternativa sostenible a los métodos de fabricación convencionales. La AMGTA cuenta actualmente con 35 empresas de 11 países. En la última versión del evento Formnext, los miembros de la AMGTA llevaron a cabo una mesa redonda en la que debatieron sobre las futuras aspiraciones de la industria, explicando lo que más importa en este momento. El mensaje clave fue que si la fabricación aditiva quiere establecerse como un método de fabricación sostenible, las promesas no bastan.
Para ello, el sector debe dejar que los números hablen por sí mismos. Por lo tanto, hay que prestar especial atención al Análisis del Ciclo de Vida (ACV). Los puntos débiles sólo pueden identificarse si se registran los impactos ambientales a lo largo de toda la cadena de valor. La recopilación de estos datos es necesaria para que la fabricación aditiva sea comparable con otros procesos tradicionales en términos de sostenibilidad. Cuando se disponga de una imagen ecológica global, será posible equilibrar realmente las necesidades del entorno. En la actualidad, muchos estudios comparan aspectos importantes como el consumo de energía y materiales, pero dejan de lado el hecho de que ciertas emisiones de CO2, causadas por las largas rutas de transporte, entre otras cosas, ni siquiera se producen cuando se utiliza la impresión 3D.
Sherry Handel, directora ejecutiva de la AMGTA, señaló: “Nuestra misión está entrando en su tercer año y ahora tenemos una base sólida sobre la que construir. A partir de 2023 tenemos previsto seguir invirtiendo en proyectos de investigación estratégicamente rigurosos sobre la sostenibilidad en la fabricación aditiva y trabajar con la industria con el fin de que la AMGTA sea clave para el sector defendiendo la sostenibilidad en la industria de la fabricación aditiva”.
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