Según un nuevo informe, si se actúa ahora podría ser una solución de bajo coste para cerrar la brecha de acceso a la energía para 2030.
Fuente: PV Magazine
Según un estudio del Banco Mundial, las minirredes solares pueden proporcionar electricidad ininterrumpida de alta calidad a casi 500 millones de personas en comunidades sin energía o con servicios insuficientes y ser una solución de bajo coste para cerrar la brecha de acceso a la energía para 2030. Alrededor de 733 millones de personas -la mayoría en el África subsahariana- siguen sin acceso a la electricidad. El ritmo de electrificación se ha ralentizado en los últimos años, debido a las dificultades para llegar a las poblaciones más remotas y vulnerables, así como a los efectos devastadores de la pandemia de Covid 19. Al ritmo actual de progreso, 670 millones de personas seguirán sin electricidad en 2030.
El Banco Mundial ha otrogado 1.400 millones de dólares en 30 países, en financiación de microrredes, una cuarta parte de la inversión total en minirredes. Según el Banco, alimentar a 490 millones de personas para 2030 requerirá la construcción de más de 217.000 minirredes con un coste acumulado de 127.000 millones de dólares. Al ritmo actual, sólo se construirán 44.800 nuevas minirredes que darán servicio a 80 millones de personas en 2030, con un coste total de inversión de 37.000 millones de dólares.
El despliegue de minirredes solares ha experimentado una importante aceleración, pasando de unas 50 por país y año en 2018 a más de 150 por país y año en la actualidad, especialmente en los países con las tasas más bajas de acceso a la electricidad. Esto es el resultado de la caída de los costes de los componentes clave, la introducción de nuevas soluciones digitales, una cohorte grande y en expansión de desarrolladores de minirredes muy capaces, y las crecientes economías de escala.
No obstante, es necesito acelerar su implantación: Apara cumplir el objetivo, habría que aumentar el ritmo de despliegue a 2.000 minirredes por país y año, construyendo carteras de minirredes modernas en lugar de proyectos puntuales, concluye el Banco.