La inteligencia artificial no estará ensamblando departamentos ni construyendo estadios pronto, pero en la construcción la rápida adopción de la tecnología podría cambiar la rapidez con la que se terminan los proyectos.
Fuente: El Tiempo
Drones, cámaras, aplicaciones móviles e incluso robots llevan un seguimiento del progreso en tiempo real en obras de construcción de gran tamaño, brindando a los constructores y contratistas la capacidad de rastrear y mejorar el desempeño de un proyecto.
“Olvídese de que los robots construyan un rascacielos”, dijo James Swanston, director ejecutivo de Voyage Control, que hace software de administración de proyectos para obras de construcción. “Es algo más fundamental, de obtener los datos que necesitas y luego utilizarlos mejor”.
La industria de la construcción durante mucho tiempo ha sido considerada una rezagada digital, pero los arquitectos utilizan con regularidad herramientas digitales para diseñar proyectos.
Ahora, cámaras montadas en cascos capturan imágenes de una obra para gestionar cuándo deben llegar las cuadrillas o los materiales, y sensores precisos pueden detectar si una ventana no coincide por milímetros con el plano.
Este análisis ampliado de datos está sentando las bases para lo que muchos esperan mejore la precisión, la velocidad y la eficiencia al reducir los plazos inflados y el desperdicio que han hecho que la construcción sea cada vez más costosa.
“La industria de la construcción es la más grande del mundo, en términos de dólares gastados, pero somos los menos productivos en términos de adopción tecnológica y ganancias de productividad”, dijo David Jason Gerber, profesor en la Universidad del Sur de California cuya investigación se centra en tecnología avanzada en la construcción.
Pero la adopción por parte de la industria de la tecnología de IA enfrenta desafíos, incluyendo preocupaciones sobre la precisión y las alucinaciones, en las que un sistema proporciona una respuesta incorrecta o sin sentido.
Coordinar el complejo ballet de suministros, mano de obra y calendarios sigue siendo una tarea formidable. Pero las startups y los inversionistas ven una oportunidad, particularmente a medida que los modelos de aprendizaje automático, que absorben enormes cantidades de datos para discernir patrones, se utilizan para mejorar el desempeño de los proyectos.
“Las mejores empresas no se promocionan como empresas de IA”, dijo Sarah Liu, socia de Fifth Wall, una firma de capital de riesgo. “Se promocionan a sí mismas como empresas que resuelven problemas”.
En la obra de construcción del South Station Tower en Boston, un desarrollo de 51 pisos de Hines, las grúas tienen cámaras que etiquetan el acero que se utiliza en la estructura del edificio, creando un conjunto de datos para proyectos futuros. Otros programas siguen el progreso y predicen accidentes.
“Tenemos cero desempleo en la industria; la tecnología simplemente ayudará a los trabajadores existentes a hacer más”, dijo John Fish, presidente de Suffolk, una gran constructora en Boston. “La IA simplemente va a reemplazar a las empresas que no utilizan IA”.
Existe inquietud acerca de que la IA —y sus problemas reportados relacionados con la precisión— se utilice en una industria donde la seguridad es tan importante. Programas como ChatGPT tienen una desafortunada tendencia a inventar ocasionalmente respuestas basadas en predicciones incorrectas, dijo Julien Moutte, ejecutivo en Bentley Systems, una empresa de software de construcción. “No podemos tener que la IA alucine el diseño de un puente”, afirmó.
Dusty Robotics, una empresa de tecnología de Mountain View, California, desarrolla dispositivos autónomos para trazar planos de construcción, una labor que normalmente se hace a mano con gis.
Tony Hernández, un entrenador sindical de carpintería en el norte de California que enseña a los aprendices a usar drones y robots Dusty, ve estas tecnologías como “una herramienta más”.
“Ha atraído a chicos que crecieron con Xbox y pueden aprender a manejar estas herramientas en una clase de cinco horas”, dijo.
Dusty tiene 120 unidades en todo Estados Unidos, pero eso es sólo el comienzo. Tessa Lau, directora ejecutiva de Dusty, llama a las unidades “caballos de Troya para entrenar las IAs del futuro”.