Aprovechando al máximo las más de 30 hectáreas que tiene el complejo, el estudio de arquitectura CSWADI diseñó el nuevo museo inspirándose en los edificios antiguos del espacio, además de la topografía del lugar, dando como resultado un impactante recinto que se asemeja al paisaje que albergó a la antigua “civilización del río Yangtze”.
Fuente: Hormigón al Día
A 40 kilómetros hacia el norte de la ciudad de Chengdu, en las riberas del río Yazi y al oeste de Guanghan, se encuentra el sitio histórico de Sanxingdui, lugar que albergó a una civilización hace más de 4.800 atrás y cuyos rastros arqueológicos se concentran en este sector, lo que le confiere una importancia a escala global para comprender mejor a la denominada “civilización del río Yangtze” y su desarrollo durante la Edad de Bronce.
Debido a esto, no es extraño que se haya edificado un museo para albergar todo el patrimonio arqueológico del sector. Inaugurado en 1997, el actual Museo Sanxingdui cubre un área aproximada de 35,3 hectáreas, aunque sólo cuenta poco más de 11.000 metros cuadrados como zona de exhibición -entre los museos N°1 y N°2- los que, a raíz de los hallazgos en años recientes en el sector, se hicieron insuficientes para el aumento del número de visitantes.
Por ello, la administración del museo decidió llamar a un concurso para dar forma al nuevo museo, el que se adjudicó el estudio de arquitectura chino CSWADI, decantando por agregar un nuevo edificio que complemente a los ya existentes, aprovechando el área del complejo y la necesidad del museo de dar respuesta al incremento sostenido de visitas que recibe este espacio.
Nuevos elementos que mejoran lo ya existente
Uno de los elementos que consideró el estudio fue que el nuevo museo complementara a los edificios ya existentes. Por lo mismo, se decidió que el espacio actual estuviese dedicado exclusivamente a las exhibiciones y al turismo, mientras que los museos N°1 y N°2 se transformen para fines académicos, de investigación y de apoyo a futuros centros educacionales que estudien a la civilización del río Yangtze.
De esta forma, los arquitectos explicaron que el diseño del nuevo Museo Sanxingdui se “enfocó en reorganizar las funciones y la circulación dentro de todo el parque. En la actualidad, el complejo total posee dos ejes que se formaron en épocas distintas, provocando que los edificios existentes se encuentren relativamente aislados. El diseño busca volver a planificar la ruta de los visitantes al parque en su totalidad, estableciendo un tránsito que comienza con la nueva plaza de entrada, conectando al nuevo museo, al antiguo edificio N°2, el altar, el centro de preservación cultural y el museo N°1, regresando a parque”.
Así, desde el estudio consideraron varios aspectos para el nuevo complejo, los que van desde incluir nuevos elementos como un porche con dosel para recibir mejor a los visitantes, entre otros elementos.
En el caso del nuevo edificio, éste se ubica en el sector norte del eje central del parque, cerca de una de las riberas del río Yanzi. “El nuevo edificio se concibió como un paisaje alzado: tres colinas onduladas, como respuesta a la topografía y al contexto del sitio, que son las ruinas que dejó la antigua civilización que habitó ese espacio”, explicaron desde el estudio.
Conectando al nuevo edificio con el entorno y su patrimonio
La forma del nuevo museo deriva del antiguo edificio N°2, ya que es el que domina la altura del parque en su conjunto al final del eje central del sitio. En este caso, el estudio comentó que “el diseño extiende el clásico muro exterior en espiral del viejo edificio para que sirva como una línea curva que guíe y de forma a este nuevo espacio de las tres colinas”.
Además de utilizar el diseño del edificio N°2 como guía, el nuevo museo también consideró un techo cubierto de suelo inclinado, el que desciende gradualmente hacia la ribera norte del río para terminar uniéndose con su dique.
Otro de los aspectos más relevantes del nuevo museo son sus “ojos”, que se inspiran en una de las reliquias más famosas y antiguas de Sanxingdui. Se trata de aperturas que se generan gracias a que los muros exteriores y que permiten “un diálogo entre el mundo del interior -el museo- y las ruinas al exterior”, explican desde el estudio de arquitectura. En este caso, el nuevo museo posee el “Ojo de la Tierra”, que va en dirección hacia el centro del planeta, reflejando “la búsqueda de conexiones terrestres”.
Con sus distintas formas de conectar a los antiguos edificios con el nuevo complejo, el actual Museo Sanxingdui se diferencia de otros espacios por la secuencia en que estos completan su narrativa. La nueva sala de exhibición adopta una serie de líneas quebradas, considerando el potencial para aperturas paralelas que conecten las distintas exposiciones que se realicen.