El concepto de pintura (o tinte) viviente se refiere a un recubrimiento en cuyo interior, entre capas, moran bacterias. Una pintura de esta clase permite que los microbios de su interior, escogidos con alguna finalidad, perduren mientras lo haga la pintura y hagan su trabajo.
Fuente: Noticias de la Cienca
Unos científicos se han inspirado en ciertas bacterias del desierto para crear una pintura viviente que captura dióxido de carbono (CO2) y libera oxígeno. Cualquier objeto pintado con esta pintura puede convertirse en un recolector de CO2 y ayudar así a refrenar el cambio climático global, generado por la acumulación creciente en la atmósfera de ese gas con efecto invernadero.
Las bacterias de la especie Chroococcidiopsis cubana son capaces de realizar fotosíntesis para producir oxígeno a partir de la captura de dióxido de carbono. Esta especie suele encontrarse en el desierto y necesita poca agua para sobrevivir. Clasificada como extremófila, tiene una gran capacidad para sobrevivir en las condiciones extremas del desierto.
A fin de investigar la idoneidad de la Chroococcidiopsis cubana como integrante de una pintura viviente, el equipo de Simone Krings, de la Universidad de Surrey en el Reino Unido, inmovilizó una colonia de esas bacterias en un biorrecubrimiento mecánicamente robusto hecho de partículas de polímero y nanotubos de arcilla natural en agua, que se secó completamente antes de rehidratarse.
Krings y sus colegas observaron que las bacterias dentro del biorrecubrimiento producían hasta 0,4 gramos de oxígeno por gramo de biomasa al día y capturaban CO2. Las mediciones continuas de oxígeno no mostraron signos de disminución de la actividad a lo largo de un mes.
El equipo de Krings expone los detalles técnicos de sus experimentos y de los resultados obtenidos en la revista académica Microbiology Spectrum, bajo el título “Oxygen evolution from extremophilic cyanobacteria confined in hard biocoatings”.