Miguel Ángel Aragonés y su hijo, Rafael Aragonés, revelan un proyecto que su firma arquitectónica ha desarrollado y perfeccionado durante 10 años: el prototipo PI Producto Inteligente, una casa prefabricada en aluminio.
Fuente: ADMagazine
Durante más de dos décadas, Miguel Ángel Aragonés ha proyectado una singular obra arquitectónica que es reconocida por su abstracción geométrica, cuya pureza espacial juega con la luz y la sensorialidad. El prototipo PI Producto Inteligente, que ahora presentan, inició en el proyecto Mar Adentro con la investigación y depuración de un modelo que mide ocho por ocho metros, el área ideal para integrar una suite de hotel, cuya subdivisión también permite distribuir dos habitaciones estándar, incluso, sumando medio módulo es posible adecuar un departamento de dos habitaciones, y así se va secuenciando según el programa de necesidades y el tamaño que requiere cada proyecto. Este módulo puede acoplarse verticalmente en varios pisos u horizontalmente sobre el predio.
“Para el hotel Mar Adentro, en San José del Cabo, prefabricamos íntegro todo el prototipo en Italia, diseñamos los aditamentos de cada unidad y lo mandamos producir, luego se embaló y llegó a México para ser ensamblado. Una habitación que generalmente me toma cinco o seis meses de trabajo artesanal en su ejecución, con este sistema requirió cuatro días de montaje con una extraordinaria calidad. Fue nuestra primera aproximación de lo que podemos lograr en una prefabricación masiva de un proyecto contemporáneo de lujo, con acabados rigurosos de muy alto nivel”, recuerda el arquitecto Miguel Ángel Aragonés, quien junto a su hijo, Rafael Aragonés, también arquitecto, presenta la evolución de este sistema patentado en Suiza que él mismo desarrolló durante una década.
El prototipo PI Producto Inteligente, la casa mueble es una obra configurada con gran precisión, por eso se dice que es un objeto habitable, donde todo fluye como un cuerpo viviente, en el cual la tecnología, la ciencia, la manufactura y el arte están al alcance de la gente, pues han diseñado módulos de vivienda desde 55 metros cuadrados.
Es importante subrayar que un prototipo así, diseñado hasta el más mínimo detalle, conlleva largo tiempo de trabajo previo: una investigación bien sustentada y el análisis de cada elemento, desde la sujeción de los paneles de vidrio en las fachadas y la integración de persianas Deko System hasta el anclaje de las bisagras en las puertas.
“Nosotros sabíamos casi nada del aluminio y es hipercomplejo porque hay unos límites de extrusión, límites de exponenciación del material y de lo que las máquinas en México, Alemania o Italia, donde sea que se fabrique, tienen establecido. Asimilando ese conocimiento, trabajamos con especialistas en aluminio para definir cómo lo íbamos a ensamblar uniendo las piezas de la mejor manera. En este caso, Alubin de México nos proporcionó un nivel enorme de especialización, fue un aliado fundamental para entender los procesos y los límites de trabajo del aluminio, tanto estructurales como de fabricación”.
De ser expertos en proyectar obras de concreto y acero, su taller dio un salto al vacío en la concepción de lo que la arquitectura debería ser en 2021. “Siempre da miedo sumergirte en algo poco explorado, da miedo meterte al mar y no saber a ciencia cierta qué hay debajo, pero es un horizonte completamente nuevo, un mar gigantesco de posibilidades”.
Así fueron descubriendo y entendiendo a fondo la complejidad tan distinta del aluminio como material de trabajo, pero también comprobaron que tiene unos potenciales que no imaginaban: la perfección implícita del material, la gama de colores que puede adoptar o los acabados tan diversos que les permite integrar, entre otras cualidades.
“Cualquier marca potente e internacional hoy fabrica en aluminio, eso te dice algo: Es el presente por el nivel de reciclaje, el costo, lo inmensamente alcanzable en la naturaleza porque es el tercer material más abundante del planeta, incluso por su nivel de dureza y resistencia estructural. También es ideal por su nobleza en temas de corrosión y, sobre todo, por esa determinación en la pureza de líneas que brinda el aluminio como aliado: los ensamblajes son perfectos, el deslizamiento de un material junto con otro, para efectos de robustecer una estructura, es impecable, el resultado es una línea perfectamente recta”.
“Abordamos cada uno de nuestros proyectos de una forma muy intensa, porque todos estamos muy metidos en cada ejercicio. La precisión que logramos al proyectar esta casa, el prototipo PI, es la que te arroja el sistema de origen, con la facilidad para los maestros de obra por ser tan amigable, pues se logra una coordinación muy sencilla. Gente que estaba acostumbrada a construir con tabique, concreto o vigas, en un par de semanas lograron entender cómo se aplica el sistema y levantaron la estructura de la casa en 23 días, con la precisión que se ve en cada espacio”, explica Rafael Aragonés.
La arquitectura internacional apunta hacia el ahorro de recursos, la implementación de sistemas reciclables y los prototipos alcanzables para gran parte de la población. “Lo muy interesante de este sistema es que aborda distintos estratos, porque puedes solucionar un proyecto de interés social y competir con empresas como Geo o cualquier otra, así como implementar soluciones para interés medio o high-end, como en este caso. Yo lo veo así: son los mismos huesos para cualquier estrato o casa, simplemente al interior cambian las distintas exigencias que pueda tener el cliente o usuario”.