Alojada en Puerto Varas, este emprendimiento mantiene en marcha blanca desde febrero de este año una planta procesadora de cartón con la que logra hacer aislación térmica y acústica proyectada para distintos tipos de inmuebles en las regiones de Los Lagos y Los Ríos, desde edificios hasta embarcaciones. Hoy, además, son una Empresa B, lo cual formaliza de alguna manera la impronta ambiental, social y económica que ya poseía.

Fuente: País Circular

Hace 10 años Andrea Opitz, ingeniera civil, trabajaba en Santiago cuando decidió regresar al nido: a Puerto Varas, su ciudad natal. En su retorno, logró advertir que no había ningún emprendimiento que fabricara aislación sustentable con algún tipo de material reciclado. A lo sumo, había alguno en Temuco y, más lejos, ya directamente en la capital. En algún momento se dio cuenta del poder que tenía reciclar la celulosa y convertirla en aislación térmica y acústica, y encendió el motor de su futuro emprendimiento. En mayo de 2013, fundó ThermikHaus: ya tenía la página web, se había capacitado lo suficiente y contaba con una máquina inyectora. Durante cuatro años, sin embargo, estuvo trabajando paralelamente en otra área, para luego ya dedicarle el 100 por ciento de su tiempo a su emprendimiento.

En este 2023, Opitz celebra 10 años desde la creación de la empresa, y figura muy satisfecha porque “estamos súper consolidados”, dice ella. Al principio, cuenta la fundadora y gerenta general de ThermikHaus, adquirían el cartón directamente de Santiago, lo cual tenía consecuencias cuando les tocaba medir su huella de carbono. “Comprábamos el material en Santiago. Dentro de nuestros análisis del año pasado detectamos que el 50 por ciento de nuestras emisiones era a causa del transporte”, comenta la emprendedora.

ThermikHaus
El sistema es de “aislación proyectada” de celulosa reciclada, tal como lo demuestra la foto.
Foto: ThermikHaus

Ese fue el hito que llevó a ThermikHaus a cambiar, de cierta manera, su modelo de negocios y hacerlo con un enfoque regional y local. En el contexto de su décimo aniversario de vida, la empresa inauguró en marcha blanca una planta de procesamiento de celulosa, con la cual trabaja el cartón que recuperan gestores de residuos principalmente de origen industrial e la Región de Los Lagos y, en menor medida, de Los Ríos. También reciben cartón de origen domiciliario en la planta y trabajan con recicladores/as de base. para luego desarrollar este tipo de “aislación térmica y acústica proyectada” en inmuebles de ambas regiones sureñas.

“De esos análisis de huella de carbono viene un poco la idea de tener nuestra propia planta. El cartón que se recuperaba en la zona se iba para Concepción o Santiago. Ahora la idea nuestra es aprovechar todo el recurso local, revalorizándolo y ocupándolo como innovación técnica en la misma zona. El cartón es de la región y el producto queda en la región”, describe Opitz.

Aislación proyectada

La gerenta general de ThermikHaus explica que tras procesar la celulosa reciclada, lo que se obtiene no son paneles, sino “aislación proyectada”. Según se explica en un video de la empresa, “en algunos casos se hacen hoyos en el revestimiento interior y exterior, y en ese caso se inyecta una manguera con la celulosa”. En otros casos, se especifica en el mismo video, “sacamos el revestimiento exterior o el techo para acceder a la tabiquería y poder aislar de esa manera”.

Según agrega Andrea Opitz, el producto final tiene un 85 por ciento de cartón, un 15 por ciento de sales bóricas y es 0% tóxico: “Esto existe hace muchos años en Canadá, en Europa y, en general, en los países nórdicos. No son paneles, sino que es un saco de papel reciclado, al que se le agregan sales bóricas para que evite el fuego y sea fungicida. Luego se proyecta en una máquina para hacer la proyección de la celulosa, y se echa en los muros, en los pisos, en los techos”. Por eso, añade ella, se habla de “aislación proyectada”.

La otra gran novedad pasa por la multiplicidad de edificaciones en las que es posible aplicar el producto. En este momento, sin ir más lejos, se encuentran trabajando con este método en una embarcación, pero “también se puede aplicar en contenedores, galpones agrícolas, colegios, casas, edificios, casas rodante, porque es un producto muy noble y evita la condensación. Es un gran aislante no solo térmico, sino acústico. Hay que reconocer, de todos modos, que las barreras aún existen para instalar el producto”.

Trabajar con aislación térmica es un tema particularmente sensible en la zona sur de Chile, en virtud de los altos niveles de contaminación atmosférica por uso de leña que existe en las ciudades. Según el cálculo, las viviendas con aislación térmica pueden disminuir hasta un 45 por ciento de consumo en calefacción, lo cual, adicionalmente, repercute en un salvataje para el bolsillo.

Del mismo modo, en materia ambiental, también han hecho cálculos sobre su impacto positivo. El año pasado, cuenta Andrea Opitz, instalaron 350 toneladas de aislantes térmicos en distintos tipos de edificaciones; lo que es igual a decir que 350 toneladas de cartón dejaron de acumularse en los vertederos. Con la nueva planta, calculan, deberían acercarse a las 400-500 toneladas anuales de cartón reciclado -y de aislantes instalados-, con la diferencia de que ahora será con material proveniente de la zona y que será convertido y reutilizado en la misma zona. O sea, con un enfoque local y regional.

ThermikHaus convertida en una Empresa B

El año 2021, aún en plena pandemia, ThermikHaus logró la anhelada certificación como Empresa B, la cual los acredita como un emprendimiento con triple impacto ambiental, económico y social. “Nos vino a ordenar un poco las ideas, a aterrizarlas. Estaba en nuestro ADN, pero un poco en el aire. Empezamos a formalizar la parte de nuestros trabajadores; antes existía beneficios en términos de salud, capacitaciones, seguro social, ahora es todo más ordenado”, dice Andrea Opitz, quien dice que la certificación les da un respaldo para brindar asesorías e iniciativas de esa índole.

Paralelamente, ThermikHaus obtuvo el Sello Pro de la Cámara Chilena de la Construcción que la acredita como una empresa sustentable, y es parte del Desafío 10X para disminuir la brecha salarial en Chile. “Esta es una iniciativa que busca que todo el empresariado reduzca la brecha salarial. Nosotros somos, además, una empresa que no discrimina en absoluto. Tenemos varias mujeres trabajando con nosotros. Cuando hacemos búsqueda de personal no definimos si es hombre o mujer: es solamente un tema de capacidades.

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