Los niveles de productividad son, sin duda, un tema pendiente para la construcción. Tenemos un amplio abanico de estudios que confirman esta situación y han propuesto una batería de iniciativas para enfrentarla. Por lo mismo, resulta inquietante ver como esta preocupación por la productividad corre por caminos diferentes al de la realidad que deben enfrentar día a día los proyectos, con problemas que después de años siguen sin ser abordados. Un ejemplo que describe muy bien lo anterior es el caso del transporte de elementos prefabricados de hormigón. 

En los últimos 15 años, el transporte especial de elementos prefabricados en carreteras ha aumentado fuertemente debido, por un lado, a la gran inversión en infraestructura pública y, por otro lado, al incremento en el uso de las soluciones prefabricadas de hormigón. Lamentablemente, la reglamentación que norma estos transportes no ha avanzado con la misma velocidad y se ha convertido, en muchos casos, en una traba que encarece y ralentiza el proceso de construcción de tal manera que afecta fuertemente los costos y plazos críticos de las obras públicas y privadas. 

Transporte en Carretera de Elementos Prefabricados

Con las actuales exigencias y limitaciones, el traslado de las vigas de un puente, que por ejemplo en condiciones operativas normales se pueden transportar en algunas semanas, pasa a ser de varios meses, con el consecuente sobrecosto en mano de obra, equipos de gran costo y demora en la entrega de la infraestructura. 

La exigencia de un servicio de escoltas policiales, a cargo de Carabineros de Chile, agrega una limitación adicional, especialmente considerando que la labor prioritaria de la policía es el orden público y el combate a la delincuencia. Al asignarse a Carabineros la tarea de escoltar estas cargas, aparte de distraer recursos de la policía, se agrega un elemento de impredecibilidad a esa operación, ya que no se puede planificar ni comprometer por anticipado ningún tipo de fecha en la entrega, por ejemplo, de las vigas de un puente, aun cuando esta entrega se encuentre en la ruta crítica para el avance de la obra. Lo anterior, sumado a la nueva exigencia de equipos escasos en el mercado, hace que los constructores sufran un aumento directo de sus gastos generales y retrasos en las entregas finales de las obras. 

Por otro lado, las concesionarias imponen restricciones de horario, que se traducen en detención de los convoyes en las bermas y plazas de peaje, que incrementan la permanencia del convoy en carretera aumentando el riesgo de accidentes. 

Además, en el otorgamiento de permisos por parte de la Dirección de Vialidad se exige repetir para cada convoy estudios técnicos idénticos de paso de cargas por un puente existente, solo porque cambia el destino de la carga. Esto conlleva un trabajo absolutamente redundante en la dirección de ingeniería de puentes del mismo organismo y un gasto de tiempo administrativo que no parece tener sentido. 

Esto se suma al gasto que deben incurrir los transportistas en la contratación de dichos estudios y al costo del tiempo en la espera de la elaboración, revisión y aprobación de los mismos. Frente a los problemas anteriores existen soluciones relativamente simples de implementar. Por ejemplo, deberían existir escoltas del mismo transportista o de terceros, que sean especialistas en el tema, con certificaciones en seguridad vial y conocimiento de los equipos de transporte. 

En el caso de los estudios de rutas a realizar en el otorgamiento de permisos, estos debieran ser genéricos y no estar asociados a un envío en especial, para no estar forzados a desarrollar en reiteradas ocasiones estudios iguales. 

Existe consenso en que la reglamentación está para brindar seguridad y cuidado a la infraestructura, pero su actual aplicación debería ser mejorada porque está afectando la productividad de los proyectos y limitando el desarrollo de nuestra infraestructura. Si queremos aumentar los niveles de productividad de nuestro sector debemos ser capaces de desafiarnos a, no solo identificar las trabas que limitan el desarrollo, sino que a implementar las medidas que permitan reducir las barreras.

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