Los materiales para la construcción o edificaciones avanzan en sostenibilidad gracias a nuevas investigaciones que permiten desarrollar nuevos productos en los que se emplean materias más sostenibles. Es un avance que ahora llega al hormigón con el fin de reducir o eliminar la parte de cemento para poder reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Fuente: Ecologismos
Un equipo de investigadores de varios centros españoles y empresas están participando en un proyecto, denominado REINE, para fabricar hormigones sin cemento que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.
Dentro de este proyecto, se trabajará con los hormigones geopoliméricos en los que se emplean materiales de desechos industriales y urbanos con el fin de avanzar en la descarbonización y la mejora de la sostenibilidad.
De este modo, el objetivo es fabricar hormigones sin cemento portland, que es el que se emplea habitualmente para la fabricación de este producto, permitiendo así reducir la huella de carbono asociada a la construcción. La finalidad a su vez es contribuir a hacer una edificación más sostenible.
Estos productos más sostenibles tienen una baja huella de carbono en comparación con el hormigón convencional, ya que necesitan menor consumo de energía en su fabricación. Además, al aprovecharse los residuos, se valorizan y se contribuye a la economía circular.
Este paso es especialmente importante porque la fabricación de cemento genera alrededor del 8% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, aparte del 5% del CO2 generado en España al año. Esto se produce porque el clínker es uno de sus principales ingredientes y precisa de temperaturas de 1.400 grados.
El proyecto está siendo desarrollado por la Politécnica de Cartagena, del Centro Tecnológico de la Construcción de la Región de Murcia y de las empresas Cementos La Cruz, Construcciones Urdecon, Materiales Reciclados e IDEA Ingeniería. Esta iniciativa cuenta con un 80% de financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).