Contribuir a la construcción sustentable de viviendas, mediante el uso de materiales naturales, de origen local, eficientes y de baja huella de carbono, son objetivos que definen a este proyecto desarrollado en La Araucanía.

Fuente: Radio Agricultura

Este proyecto puede contribuir a la eficiencia energética de las viviendas para climatización, en una zona del país con clima frío y altos niveles de contaminación atmosférica, debido al uso excesivo de leña para calefacción en viviendas con una deficiente aislación.

“Desarrollo de materiales aislantes sustentables en base a desechos forestales y agrícolas” es una iniciativa de la empresa Folimag, con el apoyo técnico del Instituto Forestal (Infor), el Instituto Fraunhofer de Investigación en Madera de Alemania y la empresa germana Inserco, con financiamiento de Corfo a través de su plataforma de apoyo a la innovación Eureka.

En su planta ubicada en Gorbea, Folimag desarrolla productos de maderas nativas y exóticas, cuyos socios además son productores agrícolas. De ambas actividades quedan remanentes que eran considerados desechos, como láminas de madera, paja de trigo y de avena. Pero un cambio de mirada a estos residuos, bajo el prisma de la economía circular, los puso en valor como materia prima para desarrollar aislantes sustentables para la construcción de viviendas.

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“Su principal valor agregado es ir a la vanguardia de la economía circular. Además, promueve la edificación a través de materiales más sostenibles y energéticamente eficientes, dado que actualmente la mayor parte de las viviendas cuentan con un alto consumo energético para calefacción. Por otro lado, permite reincorporar residuos al ciclo productivo de manera de aumentar su valor, disminuyendo de manera importante estas pérdidas de la industria”, sostiene Carolina González, directora de Innovación Sostenible de Corfo.

En su primera etapa, el proyecto determinó la disponibilidad de residuos agroforestales, tanto en Folimag como en La Araucanía y Los Ríos, regiones de referencia para esta investigación. La empresa dispone de unas 7.000 toneladas anuales de materia prima agroforestal para el desarrollo de tableros aislantes, mientras en las dos regiones se generan cerca de 1.200.000 toneladas de paja de avena y de trigo. En tanto, según datos del Infor, La Araucanía tiene un potencial de hasta 101.000 toneladas de residuos forestales de post cosecha de plantaciones de pino radiata y eucalipto, mientras en Los Ríos dispone de valores entre los 4.900 y 7.700 toneladas de desechos forestales.

“Por lo tanto, hay una disponibilidad importante de materia prima, tanto a nivel de la empresa como de las regiones estudiadas”, señala Alejandra Schueftan, directora del proyecto e investigadora del Infor. “La utilización de desechos forestales y agrícolas en la producción de aislantes térmicos para la construcción es de gran importancia para nuestro sector y para el medio ambiente por varias razones: son muy abundantes en la zona sur, aumentan el valor de los bosques, se disminuye el aporte de CO2 al evitar su quema, disminución de la contaminación atmosférica en las ciudades al requerir menos energía para calefacción y son un aporte a la economía circular, entre otras”, sostiene Marcelo Bonnefoy, gerente Corma Araucanía, Los Ríos y Los Lagos.

“Nuestra principal motivación fue darles uso y valor a los desechos de nuestros procesos productivos, para convertirlos en tableros aislantes para viviendas, de distintos espesores y densidades, que son sustentables y competitivos con los materiales aislantes convencionales”, comenta Francisco Fuchslocher, gerente general de Folimag.

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“Es un material que tiene un gran potencial de aportar a la sustentabilidad de los proyectos, porque además de reducir el consumo de energía (para climatizar viviendas) tiene un proceso de producción de bajo impacto ambiental, especialmente en comparación con otros materiales aislantes”, añade Alejandra Schueftan.

La iniciativa comenzó en 2018 y a la fecha, tanto la materia prima como los prototipos de tableros aislantes han superado con éxito las pruebas técnicas en laboratorios del Instituto Fraunhofer en Alemania, para comprobar su buen desempeño térmico, acústico y de resistencia al fuego.

“A escala piloto, los resultados muestran que la materia prima se puede utilizar para fabricar y desarrollar materiales aislantes y elementos de construcción. Estos resultados son consistentes con otros estudios internacionales sobre el desarrollo de materiales basados en residuos de procesos agrícolas y forestales”, dice la investigadora.

El próximo desafío para este proyecto es desarrollar la construcción de una casa prototipo con aislante natural en sus muros, para demostrar en una obra las condiciones de aislación ya probadas en laboratorio. Para inicios del próximo año deberían tener edificada la vivienda prototipo.

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