Alrededor de trece años después de iniciado el trabajo del comité de proyecto de cálculo estructural, este 14 de julio entró en vigencia la oficialización del MOP de la normativa que regula los componentes de un proyecto de ingeniería estructural.

Fuente: AICE

El proyecto de cálculo estructural es visto como un commodity, a juicio de Eduardo Santos, ingeniero civil de la Universidad de Chile, socio director de IEC Ingeniería S.A. y socio de AICE.

Es por ello que vio con buenos ojos la iniciativa del Instituto de la Construcción, que comenzó antes del terremoto de 2010 a levantar un comité en el que recuerda que participaron alrededor de 15 ingenieros, incluido él mismo. Entre ellos: Luis de la Fuente, Fernando Yáñez, Sergio Contreras, Alfonso Larraín, Marcial Baeza, Rodrigo Concha, Miguel Sandor, Rodrigo Mujica, René Lagos, Manuel Ruz, Carlos Aguirre, más Bernardo Valdés y Manuel Brunet, por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC); Adolfo Balboa, por la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo de la V Región; Juan Lund del Colegio de Arquitectos; Marcelo Soto de la DITEC-Minvu, y Carmen Abarca, del IC.

El objetivo era conversar sobre cómo regular el contenido de un proyecto de cálculo estructural.Con ello se dio origen a la norma NTM 004 “Estructuras: Proyecto de ingeniería estructural”, que el Minvu publicó después del terremoto, entre otras normas técnicas Minvu (NTM).

¿Por qué se justificaba el desarrollo de esta norma?“Lamentablemente, hoy todavía no está definido exactamente qué es un proyecto de cálculo y, por lo tanto, se trabaja como un commodity para el cliente y muchas veces se asigna el más barato, porque no se sabe qué va a contener el trabajo”, dice Santos.

Y, en ese sentido, no se puede apreciar la diferencia de calidad, de acuerdo con el profesional, lo que en un país muy sísmico como Chile, es tremendamente relevante. Dado que “hay una cantidad de consideraciones que la experiencia y calidad profesional han ido identificando, pero hoy el mandante no tiene cómo discernir cuál es el producto que está comprando, esa es la gran pregunta, entonces lo que trató de definir esta norma es qué producto es el que se está comprando”, cuenta el ingeniero.

De esta manera, se partió con la búsqueda de antecedentes internacionales, hasta que Sergio Contreras encontró el documento “Guía para la práctica de la ingeniería estructural en California”, de 1999. A partir de ahí, se comenzó a traducir, sacando algunas particularidades norteamericanas, que no eran aplicables a Chile, y generando así un documento traducido de ese documento norteamericano. 

Con posterioridad, un borrador de documento de norma se trabajó con el Instituto Nacional de Normalización (INN), entidad que determinó que “la norma tenía un problema, porque las atribuciones del INN son regular un producto, no una actividad, y este anteproyecto contenía también guías para el ejercicio de la profesión de la ingeniería estructural”, precisa Santos. 

Por ello, el comité del IC debió reactivarse para editar todo lo relacionado a la regulación de la profesión, quedando a cargo de este trabajo Luis de la Fuente, Sergio Contreras y Fernando Yáñez. El resultado final fue una norma reducida, que fue aprobada por el INN, dando origen a la NCh3417.

Temas pendientes

A ello se suma que se trabajó con la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas para poder oficializar esta normativa. “El ingeniero jefe Eduardo Hurtado estaba muy interesado porque en las bases de llamado a propuestas de licitación tenían que poner kilométricas descripciones técnicas de sus requerimientos, en cambio, con esta norma, era mucho más fácil aludir a la norma que hacer una tremenda lista de requerimientos”, recuerda Santos. De esta manera, se incorporaron nuevos elementos, en tanto que otros quedaron fuera. 

Con ello, empezó el trabajo de socialización entre los ingenieros estructurales y también con las autoridades para lograr que fuera declarada como norma oficial de Chile, lo que finalmente ocurrió el 14 de enero de 2021, a través de la publicación en el Diario Oficial de la oficialización por parte del MOP, cuya vigencia se inició este 14 de julio de 2021.

“Esto significa que a partir del 14 de julio, después de alrededor 13 años de historia, su cumplimiento comienza a ser obligatorio”, precisa Eduardo Santos. Y, en paralelo, se está trabajando para que la NCh3417 pueda incorporarse en la nueva modificación de la Ordenanza de Urbanismo y Construcciones (OGUC), a cargo del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu).

Si bien Eduardo Santos se declara conforme con el resultado de esta normativa, ve la necesidad de fortalecer y generalizar la cultura de calidad de los ingenieros estructurales y la industria inmobiliaria. Además, Santos considera que se deben retomar temas que quedaron fuera del proyecto original relacionados con la regulación de la profesión, por ejemplo, la resolución de controversias debidas a diferencias técnicas legítimas entre los profesionales participantes, entre otros aspectos. 

“Este documento es un tremendo marco para la ingeniería del futuro”, concluye el ingeniero.

Su Oficialización

Eduardo Hurtado, jefe del Departamento de Ingeniería y Construcción de la División de Edificación Pública de la Dirección de Arquitectura del MOP, justifica el desarrollo de la NCh3417, dado que “no había un documento normativo que especificara los alcances de un proyecto de estructuras y lo diferenciara de lo que es adicional, además de precisar y distinguir la ingeniería propia de diseño de la externa aplicable al proyecto, como por ejemplo, el uso de postensados en un proyecto de edificación, y también de aquello que es de asesoría de obra”. 

En ese sentido, esta norma “delimita bastante bien los alcances adicionales del proyecto de estructuras en un proyecto de edificación. Además, sus principios sirven para otras áreas de ingeniería estructural”, específica.

Por ello, en general, quedó conforme con el resultado de este trabajo, “salvo que tuvimos un disenso con el Minvu en el título de la norma y quedó como cálculo estructural, en lugar de la propuesta de casi todo el comité de llamarla diseño estructural”.

A su juicio, las razones de la oficialización por parte del MOP se basan en que “quedaron normados muchos requerimientos que siempre se solicitaban en los términos de referencia de los contratos de edificación del MOP, entre otros, y que hacen innecesario estar revisando cada vez que se hacía una licitación con un dossier de conceptos que se repiten y que debíamos colocar siempre en cada contrato como antecedente, debiéndose siempre revisar su completitud y coherencia”.

De esta manera, al estar normado pasa a ser la línea base obligatoria del contrato. Asimismo, “nos permite establecer el mínimo normativo en proyectos estructurales y verificar la trazabilidad del proyecto estructural a ser validado para su construcción, así como las gestiones de los requerimientos de información (RDI)”, añade el profesional de la DA-MOP.

Para finalizar, Eduardo Hurtado, hace un resumen de lo que la NCh3417 permite:

  • Llevar a cabo una inspección técnica de diseño ordenada y acuciosa de un diseño de estructuras. 
  • Define bien los entregables mínimos de un proyecto, independiente del material o área de diseño que se esté relevando. 
  • Establece en detalle suficiente lo que una memoria de cálculo debe contener como mínimo. 
  • Define protocolos de inspección y define normativamente un set de estudios complementarios que tradicionalmente se podían confundir como parte del desarrollo de un diseño de proyecto estructural.
  • Define y enmarca los requerimientos de información (RDI) que se requieran en obra como parte de la gestión del calculista.

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