Sky Pool es el nombre de esta piscina diseñada por HAL Architects y los ingenieros de Arup y Eckersley O’Callaghan, junto con el fabricante de acrílico Reynolds Polymer Technologies. El proyecto es parte de Embassy Gardens de Londres, un desarrollo residencial de uso mixto junto al edificio de la Embajada de Estados Unidos de Kieran Timberlake.

La piscina está suspendida a una altura de 35 m, entre dos edificios de apartamentos. Tiene una longitud de 15 m, aunque se incrementa en 25 m con “cubos” que se extienden en cada extremo y se llena con 148.000 litros de agua. Estructuralmente, está hecha de una sola pieza de acrílico que tiene un grosor total de alrededor de 35 cm y se coloca en un marco de acero.

Hay un Sky Deck a ambos lados de la piscina, que consta de una terraza doble con bar y restaurante, así como algunas áreas para sentarse. Además, para aquellos que no tengan ganas de mojarse los pies, pueden utilizar una pasarela paralela para cruzar los dos edificios de apartamentos. Naturalmente, fue un desafío de ingeniería significativo garantizar que la piscina pudiera soportar el peso del agua y la cantidad de presión creada, sin dejar de resistir las cargas de viento y el balanceo del edificio.

“Las paredes laterales forman vigas profundas capaces de abarcar esta distancia mientras soportan el peso del agua, además de resistir la presión del agua en los lados y las cargas del viento. Los dos edificios están sujetos a movimientos normales, que son inherentes a los edificios de esta escala, incluida la oscilación del viento y el asentamiento de los cimientos. La estructura de la piscina se ocupa de estos movimientos al no estar conectada rígidamente en ambos extremos; puede deslizarse y mantener la estanqueidad”, indican sus creadores.

Sky Pool

Llevarlo a Londres también fue un trabajo minucioso: después de ser fabricada y sometida a pruebas rigurosas en Colorado, EE.UU., la estructura de la piscina se trasladó por carretera a Texas, antes de emprender un viaje en barco de tres semanas a través del Océano Atlántico hasta los Países Bajos. Desde allí, finalmente viajó al puerto de Tilbury en Londres y subió por el río Támesis, antes de ser trasladada al sitio en camión. Para esta última parte del viaje, fue necesario quitar los semáforos y las señales de tráfico, y cerrar una carretera por completo. Luego, finalmente se colocó en posición con una grúa móvil de 750 toneladas, sostenida por una segunda grúa más pequeña.

+Información: https://www.halarchitects.co.uk/

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