Con un e-commerce en constante evolución, las compañías requieren de procesos ágiles que cumplan las expectativas de cada usuario.
Fuente: Comunicado de Prensa
La logística ha tenido la obligación de adaptarse a los distintos canales de entrega y exigencias de los consumidores. Esta evolución no sería posible sin la adopción de tecnologías que se antepongan a las necesidades y tendencias de consumo de cada cliente.
El desafío actual y futuro de las compañías depende de la innovación. De hecho, según datos de Accenture, un 86% de las empresas a nivel mundial están haciendo inversiones moderadas o altas en Inteligencia Artificial (IA).
“Hoy el usuario digital es muy exigente ya que el mercado le ha dado alternativas de envíos. Para cumplir, hay que mejorar los flujos de recolección con el uso de IA y tecnologías que mejoren los procesos y disminuyan las tomas de decisiones del operador, quien se debe encargar solo de ejecutar”, explica Leonardo Navarrete, gerente comercial de STG Chile.
Las consecuencias de no implementar IA y automatización en la última milla pueden ser altas. “La logística inversa es uno de los procesos más costosos, por ende, completar un despacho e identificar las tendencias de recepción de cada cliente es clave para evitar inconvenientes como, por ejemplo, que un producto retorne a la bodega”, menciona Navarrete.
Mayor productividad y predicción
Identificar las preferencias del consumidor conlleva mejorar los niveles de satisfacción. En ese sentido, las empresas deben ofrecer diversas alternativas de entrega o retiro que se adecúen a cada estilo de vida.
“Existen software dirigidos a la última milla con IA, los cuales permiten ordenar los pedidos y rutas, además planificar los despachos de forma completa ya que anticipa los trayectos más urgentes, cumpliendo con la promesa de entrega”, comenta Navarrete.
Al mismo tiempo, esta tecnología ayuda a pronosticar los peak de producción y ejecutar en base a esa información. El consumidor busca una mayor precisión en cuanto a los detalles de su entrega y que se le ofrezca opciones en base a su disponibilidad y tiempo, dándoles mayor libertad para realizar sus actividades diarias sin tener que esperar dentro de un amplio rango de horario en su hogar o trabajo.
Es por ello que las cadenas logísticas no solo deben ofrecer un despacho a un domicilio, sino también ampliar las posibilidades de retiro. “El autoservicio puede mejorar sustancialmente la satisfacción del cliente. Ofrecer entregas en puntos o pick up dentro de la ciudad para aquellos compradores que están en constante movimiento y buscan retirar sus productos en sus recorridos diarios puede ser fundamental para agilizar la última milla”, detalla el ejecutivo.
La tecnología seguirá siendo clave para aquellos consumidores que exigen una pronta entrega. Ofrecer monitoreo de despachos, menor fricción con personas y asistencia inmediata marcará la diferencia.
“En el futuro veremos prácticas 100% enfocadas a la IA . Nos enfrentamos a un mercado cambiante pero cada vez más demandante. Las compañías de última milla deben enfocarse en invertir en esta tecnología y también en automatización para que todos los procesos sean cada vez más limpios, ágiles, seguros y certeros”, concluye Navarrete.