CDT Los materiales de construcción sostenible son un tema de gran relevancia para los gobiernos y organizaciones que buscan reducir la huella de carbono de cara al ya muy cercano 2030. En este contexto, el anuncio de un ladrillo hecho con huevo de una importante empresa mexicana se presenta como una prometedora alternativa tanto para la construcción, como para muchas otras áreas.
Fuente: Ekos Negocios
Ladrillo hecho con huevo: el material del futuro México es uno de los principales consumidores de huevos frescos del mundo. También es un país donde la industria de la cerámica tiene una gran importancia en su economía. Estos dos factores nos permiten comprender fácilmente cómo es que la propuesta de un ladrillo hecho con huevo se presenta como una gran promesa para un futuro sustentable.
Pero este gran invento no sólo es importante para avanzar hacia procesos de construcción más amigables con el medio ambiente, sino que también puede revolucionar la industria de la cerámica, que puede resultar muy nociva. Esto se debe al proceso de cocción que se requiere para que el material alcance su máximo punto de dureza e impermeabilidad, el cual genera gran cantidad de gases de efecto invernadero.
Esto se debe a que Manufactura, la empresa que ha inventado el ladrillo hecho con huevo no sólo ha creado un material sostenible y eficaz para hacer ladrillos, sino que este material ofrece las mismas propiedades que la cerámica. Sin embargo, el proceso de secado no requiere cocción, sino que sólo necesita ponerse los ladrillos al sol para que adquieran la dureza propia de la cerámica cocida.
Estos innovadores ladrillos se hacen con cáscaras desechadas que son donadas por la industria gastronómica. Esto abre las puertas a la posibilidad de fabricar un material de gran calidad en un proceso circular sin emisiones de O2 y a partir de una materia prima fácil de obtener y de origen completamente orgánico, reduciendo una parte muy importante de los desechos propios del sector alimenticio.
¿Cómo se fabrican estos ladrillos?
Una parte importante que debía tomar en consideración Manufactura era la limpieza y desinfección de las cáscaras de huevo que se usan para los ladrillos. Se trata de un material muy poroso que, por su origen biológico, alberga una gran cantidad de bacterias y microbios.
Para limpiar las cáscaras, se usa cloro y vinagre, por lo que resulta un proceso muy limpio que no produce contaminación para el ambiente y también, no menos importante, resulta muy barato. Ya preparada la materia prima, se pulveriza y se refuerza con bioaglutinantes, obteniendo como resultado una mezcla que se usa para dar forma al ladrillo hecho con huevo con una impresora 3D.
De esta manera, se pueden obtener ladrillos de una gran variedad de formas geométricas que se adaptan a cualquier tipo de requerimiento para proyectos arquitectónicos de toda clase.
Los ladrillos hechos con huevo son todavía un proyecto en desarrollo. Debido a la porosidad propia de la materia prima es todavía necesario hacer pruebas para conocer con precisión su desempeño en diferentes climas y su resistencia a la presión bajo diferentes condiciones. Sin embargo, las pruebas iniciales han dado resultados muy prometedores.
Ya se han presentado un muro hecho con 105 de estos ladrillos y una columna hecha con bloques de diferentes formas que se encastran perfectamente sin la necesidad de desperdiciar material. Esto supone también una gran eficiencia en el uso de los materiales de construcción, ya que cada ladrillo puede fabricarse con la forma que se requiera.
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