El hielo en las carreteras no es bueno, pero tampoco lo son las sales ecológicas a base de cloruro que se utilizan para derretirlo. Sin embargo, los científicos han desarrollado una alternativa más ecológica y eficaz que podría mezclarse directamente con el asfalto y permanecer activa durante años.
Fuente: Newatlas
Las sales a base de cloruro que actualmente se esparcen por las carreteras para deshelar el hielo pueden dañar el medio ambiente cuando se escurren por el asfalto y llegan a los cursos de agua cercanos.
También pueden degradar las propias carreteras que están descongelando, además de provocar la oxidación de los coches y tener que aplicarse repetidamente a lo largo del invierno. Incluso entonces, una vez que se forma una nueva capa de hielo en el asfalto, los conductores tienen que aguantarla hasta que llegan de nuevo los camiones que esparcen la sal.
Científicos de la Universidad china de Ciencia y Tecnología de Hebei (y otras instituciones) se propusieron subsanar esas deficiencias, empezando por desarrollar una sal a base de acetato sin cloruro. Estas sales son mucho menos nocivas para el medio ambiente que los cloruros, menos corrosivas para el acero y otros materiales, y funcionan a temperaturas más bajas.
Los investigadores mezclaron la sal con un agente tensioactivo, dióxido de silicio, bicarbonato sódico y escoria de alto horno (que también se ha utilizado en hormigón a prueba de sal), obteniendo un polvo fino. A continuación, las partículas de ese polvo se recubrieron con una solución polimérica, produciendo microcápsulas. Por último, los científicos sustituyeron parte del relleno mineral de una mezcla de asfalto convencional por esas cápsulas.
Cuando se probó el asfalto especial en la rampa de salida de una autopista, se comprobó que no sólo derretía continuamente la nieve que caía sobre él, sino que también reducía el punto de congelación del agua de O ºC (32 ºF) a -21 ºC (-6 ºF). Es más, según las pruebas de laboratorio, los investigadores estiman que una placa de 5 cm (2 pulgadas) de espesor del pavimento seguiría liberando sus cápsulas de sal durante siete u ocho años, manteniendo la carretera despejada todo ese tiempo.
La revista ACS Omega acaba de publicar un artículo sobre este estudio.