China quiere aprovechar los fuertes vientos que soplan sobre sus costas para generar energía limpia y renovable. Así son las turbinas eólicas marinas de dimensiones colosales con las que aspira a conseguirlo.
Fuente: Sacyr
China ha construido la turbina eólica marina más grande del mundo. Con unas aspas gigantescas de 128 metros, es capaz de barrer una superficie equivalente a siete campos de fútbol. Se trata de un monstruo de la ingeniería eólica que aspira a generar la electricidad suficiente para alimentar 40.000 hogares al año. Investigamos las tecnologías detrás de este aparato y su potencial para acelerar la transición a las energías limpias.
Energía para alimentar 40.000 hogares
El prototipo de esta turbina eólica se ha presentado en un evento en el parque industrial de la ciudad de Dongying en la provincia de Shandong, situada en el este de China, según un comunicado publicado por CSSC Haizhuang, una subsidiaria de la Corporación Estatal de Construcción Naval de China. La compañía presume de que la industria mundial de energía eólica marina ha alcanzado “un nuevo hito”: “La turbina H260-18MW hará una gran contribución a la mejora de la capacidad y la eficiencia, así como a la reducción del LCOE [costo nivelado de energía] de los parques eólicos marinos”.
Esta máquina gigantesca de 18 MW impulsará un tren de transmisión de engranajes y un generador de imanes permanentes, según Recharge. “Con el viento a toda velocidad, se pueden generar 44,8 kilovatios hora de electricidad por revolución, y una sola turbina puede generar más de 74 millones de kilovatios hora de electricidad cada año, lo que proporciona suficiente energía para 40.000 hogares durante un año”, afirman desde CSSC Haizhuang. En teoría, esta turbina “reduce el consumo de carbón en 25.000 toneladas al año y la emisión de dióxido de carbono en 61.000 toneladas”.
Una turbina de dimensiones monstruosas
Esta turbina está equipada con un “sistema de detección holográfica” para controlar y reducir la carga general y frenar el aleteo de las palas de cara a minimizar las vibraciones en la torre y los cimientos en un 50%. Pero, si hay algo por lo que destaca a primera vista, es por sus magnitudes estratosféricas. Sus palas de 128 metros barren una superficie de 53.000 metros cuadrados —unos siete campos de fútbol—. Gracias a estas dimensiones, este aparato ha eclipsado a turbinas gigantescas de compañías como China Three Gorges, Goldwind, Siemens Gamesa, Vestas y General Electric.
Cuando se trata de viento, el tamaño es primordial, como indica el portal New Atlas. Cuanto más largas son las palas, mayor es también el área de barrido y más energía puede recolectar un solo poste. En el caso de la energía eólica marina, hay que tener en cuenta que instalar cimientos en el lecho marino puede resultar muy costoso y tener un impacto en la vida marina.
El impacto de los parques eólicos en la vida marina
Madeline Taylor, directora adjunta del Centro para la Innovación y la Transformación de la Energía y los Recursos Naturales (CENRIT) en la Universidad de Macquarie en Australia, asegura que los parques eólicos marinos pueden afectar a los ecosistemas marinos. “El ruido submarino durante la construcción puede desplazar a algunas especies, causar lesiones auditivas a los mamíferos y peces cercanos e interferir con la ecolocalización de animales como las marsopas”, señala en The Conversation.
Por todo ello, se busca poder generar más energía desde un menor número de ubicaciones. Esta nueva turbina 18 MW supuestamente reduciría el número de unidades necesarias para un proyecto de 1GW, según CSSC Haizhuang: se necesitarían 55 turbinas en lugar de las 64 requeridas con el modelo de 16 MW, lo que supondría un ahorro de unos 100 millones de yenes (unos 13 millones de euros) en los costes de construcción.
Pese a que levantar estas infraestructuras eólicas marinas aún conlleva una gran inversión, durante la última década los costes de construcción han disminuido un 50% en todo el mundo, según Taylor. China aspira a liderar el sector, con cada vez más compañías tratando de construir turbinas de récord. De hecho, es posible que el récord de aerogeneradores de CSSC ya lo haya batido (o lo haga pronto) otra empresa china, Mingyang Smart Energy, que en enero presentó una gigantesca pala de 140 metros para su nuevo aerogenerador MySE 18.X-28X, marcando un aumento del tamaño de las turbinas que parece no tener límite por el momento.”
Pero otras grandes potencias como Estados Unidos y varios países europeos también están interesadas y no quieren quedarse atrás, ya que son conscientes de que los recursos eólicos marinos son “abundantes, fuertes y constantes”. Si bien se prevé que el crecimiento de la energía eólica marina se acelere en los próximos años, habrá que esperar para comprobar qué lugar ocupan y cómo evolucionan esta y otras turbinas de dimensiones estratosféricas en el sector de la energía.